MADRID.- Miles de personas abarrotaron las plazas de toda España el sábado para protestar contra la profunda crisis económica
y sus responsables, en el primer aniversario del movimiento de los
"indignados", que ha desencadenado protestas similares en otros puntos
del mundo.
La madrileña Puerta del Sol y la barcelonesa Plaza de
Cataluña eran los dos focos más multitudinarios de las protestas, que
pretenden recordar que los motivos que llevaron a tomar las calles hace
un año al denominado 15-M o "Spanish revolution" siguen igual de
vigentes.
"Hay que plantarse ya y decir basta. Nos toman el pelo
diciendo que somos unos vagos para desmontar el sistema público y
quitarnos la educación y la sanidad y ahora rescatan a los banqueros",
dijo Gloria Bravo, funcionaria de 48 años, que participaba en
la manifestación de Madrid, la primera de las marchas, actos, asambleas,
talleres y encuentros organizados hasta el martes.
El 15-M ha concretado en cinco sus reivindicaciones,
entre ellas "ni un euro más para rescatar a los bancos", un tema
especialmente candente después de que el Estado español anunciara esta
semana la toma de una participación mayoritaria en el capital del grupo
BFA-Bankia con el fin de sanear la entidad y recuperar la confianza de
los mercados.
En el centro de la capital, cuatro marchas confluyeron
el sábado por la tarde en la Puerta del Sol, epicentro del movimiento,
en un ambiente festivo y reivindicativo, mientras se coreaban lemas como
"lo llaman democracia y no lo es" o "menos policía y más educación".
Entre los manifestantes, un grupo disfrazado de
ejecutivos banqueros pero con nariz de payaso iban gritando a su
alrededor: "Metan su dinero en nuestro monedero" mientras agitaban en el
aire sus carteras.
En el año de vida del 15-M, que bebió de la primavera
árabe e inspiró a otros movimientos de protesta como Occupy Wall Street,
la situación económica del país ha empeorado, entrando en su segunda
recesión en tres años y dejando a casi uno de cada cuatro trabajadores
en paro.
El Gobierno de Mariano Rajoy, que desbancó a los
socialistas en noviembre con mayoría absoluta, ha comenzado a acometer
recortes en los pilares del Estado de bienestar para contener un déficit
desbocado que mantiene a España al borde del rescate, y ya ha empezado a
notar el desgaste en el apoyo ciudadano, según el Centro de
Investigaciones Sociológicas.
"Hay un agravamiento de la situación pero las raíces
son las mismas. Estamos ante un momento de crisis del sistema
capitalista," dijo Jesús González, de 38 años, empleado de una
aerolínea.
Los indignados reclaman una Educación y Sanidad
públicas de calidad; se oponen a la precariedad laboral y la reciente
reforma del mercado de trabajo aprobada por el Gobierno y exigen una
vivienda digna garantizada y una renta básica universal.
La "Spanish revolution", apartidista y sin jerarquía,
prendió como la pólvora entre la ciudadanía tras una primera
manifestación convocada a través de las redes sociales en ciudades de
toda España el 15 de mayo de 2011.
Tras casi un mes con acampadas en las principales
plazas públicas, los "indignados" trasladaron su actividad a los barrios
donde, de forma más discreta, han impulsado iniciativas como
cooperativas de intercambio, huertos, asambleas sobre diversos asuntos o
se han movilizado para parar decenas de desahucios, quizá el punto
donde han tenido más éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario