miércoles, 12 de diciembre de 2012

IU alega que Cifuentes "prevarica" poniendo multas en Madrid por marchas no comunicadas

MADRID.- El diputado nacional de IU Alberto Garzón ha alegado este miércoles que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, "prevarica y atenta contra los derechos humanos" cuando su departamento interpone multas administrativas a los participantes en concentraciones o protestas no comunicadas como la del pasado 27 de octubre ya que, según ha argumentado, "ninguna manifestación es ilegal".

   Así lo ha explicado hoy Garzón, junto al también parlamentario de IU Ricardo Sixto, tras interponer una querella criminal, en nombre de la coalición de izquierdas, en los Juzgados de Plaza de Castilla contra Cifuentes en relación a las "identificaciones arbitrarias, detenciones indiscriminadas y un fenómeno de represión policial, administrativa y económica que no tiene otro objetivo que asustar a la gente y meterle miedo".

   Garzón ha indicado que su partido recoge "lo mejor que han hecho otros movimientos sociales previamente, como la Comisión de Legal del 15M" y así ha anunciado que colgarán en la web de IU Federal un modelo de recurso a estas multas, "que no tienen fundamento ninguno".

   "Tiene mucho sentido esta querella para ponernos en frente de quienes vulneran los derechos fundamentales y constitucionales y tratan de hacer política por la vía policial y de sanción económica. En muchos de los casos (hubo personas multadas) que ni si quiera aparecieron en la manifestación y estuvo identificando a muchas personas con mucha antelación al lugar donde era la concentración", ha indicado.

   El diputado de IU esgrime que dichas sanciones "quieren hacer creer que hay manifestaciones ilegales cuando no existe una manifestación ilegal. "Existe una manifestación convocada o no, por lo tanto, el redactado de la multa tiene el objetivo de engañar a la ciudadanía para meterle miedo. Es un despropósito y una barbaridad que necesitaba una respuesta judicial, además de las políticas que IU viene acometiendo", ha añadido.

   Además, Garzón ha anunciado que va a hacer extensible esta querella a otros delegados del Gobierno, como los de Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha por hechos similares. "Estamos recopilando todas las multas de concentraciones parecidas al 27-O en Madrid", ha añadido. No obstante, de momento solo conocen las cifras aportadas por la propia Cifuentes el día después del 27-S, que habló de 300 personas identificadas, que recibirían una propuesta de multa de 500 euros.

   El parlamentario nacional de IU ha esgrimido, como base legal de la querella, que la Delegación del Gobierno ha cometido un delito contra la administración pública por prevaricación (artículo 404 del Código Penal) "porque sabe que no pude identificar a personas por el simple hecho de aparecer en una manifestación, además de forma tan discriminada".

   Le imputa también otro delito de falsedad documental (artículo 390.1) pues "la multa intenta dirigirse a obstaculizar el tráfico, cuando en esa manifestación no se salió de la Plaza de España" y un tercer delito cometido por autoridad o funcionario públicos contra la Constitución (artículo 542 del Código Penal).

   La querella apunta a que el 27 de octubre, día en el que manifestaron cientos de ciudadanos, convocados por el movimiento 25-S, entre Plaza de España y Plaza de Neptuno, "identificaron a cientos de personas con la amenaza de que de no hacerlo serían detenidas "sin que se registrase ni un solo incidente violento ni daño alguno sobre personas o bienes". Algunos ciudadanos denunciaron que fueron identificados si ni siquiera participar en la marcha, cerca de Plaza de España.

   "Esta forma de actuar parece responde a un plan trazado previamente, en el que la decisión de desvelar la identidad y sancionar a quienes se manifiestan críticamente contra el Gobierno está tomada previamente a la manifestación o reunión y con independencia de cómo se desarrolle el encuentro", señalan en la querella.

   En la misma presenta también un vídeo en el que el secretario general del sindicato SIPE, Alfredo Perdiguero, declaró que desde el Gobierno "se les está obligando a realizar identificaciones masivas e indiscriminadas" y declaraciones de las propia Cifuentes en una entrevista en Telemadrid en la que, según los denunciantes, "admitió públicamente la existencia de un listado de supuestos manifestantes inconformistas con el sistema actual".

   El parlamentario nacional de IU ha esgrimido, como base legal de la querella, que la Delegación del Gobierno ha cometido un delito contra la administración pública por prevaricación (artículo 404 del Código Penal) "porque sabe que no pude identificar a personas por el simple hecho de aparecer en una manifestación, además de forma tan discriminada".

   Le imputa también otro delito de falsedad documental (artículo 390.1) pues "la multa intenta dirigirse a obstaculizar el tráfico, cuando en esa manifestación no se salió de la Plaza de España" y un tercer delito cometido por autoridad o funcionario públicos contra la Constitución (artículo 542 del Código Penal) porque, a juicio de los querellantes, la actuación de la delegada "conculca el derecho fundamental a la intimidad personal y a la interdicción de obligar a declarar sobre su ideología o creencias de los ciudadanos quienes, desvelada su identidad y simpatía hacia ciertas ideas políticas, pasarían a formar parte del listado de personas que controla la Delegación y cuyo paradero se desconoce".

   La querella también alude al artículo 23.c de la Ley Orgánica 1/92 sobre Protección de Seguridad Ciudadana dice, en referencia a las sanciones por acudir a una protesta no comunicada, que "en ningún caso pueden ser sancionados los participantes, sólo los convocantes".

   "Es una estrategia deliberada por parte del Ministerio del Interior para amedrentar y poner multas a la opinión pública y a la ciudadanía que en una situación de crisis tan terrible está cada vez saliendo más a la calle para protestar y defender sus derechos", ha asegurado el diputado de IU Ricardo Sixto.
   Por todo ello, los querellantes quieren que el juez tome declaración a Cristina Cifuentes, que se aporten todos los expedientes de personas sancionadas en los alrededores de la manifestación del 27-O, que se cite a declarar como testigo a Alfredo Perdiguero y a uno de los sancionados y que se aporte la grabación de la entrevista de Cristina Cifuentes en Telemadrid antes mencionada.

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