MADRID.- El PSOE de Madrid ha estado en los últimos veinte años en el ojo del
huracán. Durante este tiempo no ha conseguido la estabilidad ansiada y
en todo momento ha circulado la rumorología de que en este grupo había
distintas facciones, algo que el hasta ahora secretario general, Tomás
Gómez, ha negado por activa y por pasiva: "No hay en Madrid dos
corrientes sino que había dos posiciones antes de la decisión
democrática de la mayoría", matizó en alguna ocasión.
Al principio, cuando Joaquín Leguina estuvo al frente del partido
tanto en 1983 como en 1987 y el PSOE ganaba con comodidad las
elecciones, no hubo problemas. Pero en 1991 comenzó un conflicto interno
en el seno de la entonces denominada FSM (Federación Socialista
Madrileña) entre los llamados 'renovadores', liderados por Leguina, y
los 'guerristas' que a día de hoy no tiene visos de haberse solucionado.
Otro de los escándalos del PSM fue el conocido como 'Tamayazo', la
traición que protagonizaron los diputados socialistas Eduardo Tamayo y
Teresa Sáez el 10 de junio de 2003 cuando, ausentándose en el momento de
la votación, impidieron un Gobierno de izquierdas en la Comunidad de
Madrid que iba a presidir Rafael Simancas y en el que IU también estaría
presente.
Gómez ha sido destuituido hoy por Pedro Sánchez y ha creado para
hacerse cargo del partido una gestora, presidida por el citado Simancas,
precisamente el anterior secretario general del PSM, que dimitió en
2007 tras la debacle electoral en la que los socialistas perdieron
alcaldías históricas (San Sebastián de los Reyes, Torrejón de Ardoz,
Alcobendas). Entonces se tomó la misma decisión que hoy: montar una
gestora para volver a recomponer un partido, un objetivo que, a tenor de
lo ocurrido, parece que no se ha conseguido.
Y ahí es cuando Tomás Gómez cogió las riendas del PSM. En el Congreso
Extraordinario celebrado en julio de 2007 obtuvo el 77% de los avales a
su candidatura, superando a las candidaturas de José Cepeda y de Manuel
García-Hierro. Así fue como se proclamó secretario general, con el 91%
de los votos, pero este apoyo unánime no se trasladó a la práctica y sus
enfrentamientos con el expresidente José Luis Zapatero fueron notorios,
posicionándose después del lado de Carme Chacón y contrario a la
continuidad de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Tomás Gómez además tiene el 'mérito' de haber conseguido en las
elecciones autonómicas de 2011 el peor resultado de su historia, con 36
escaños, 6 menos que en las elecciones de 2007.
A la precipitada 'salida' de Gómez hay que sumar también el relevo en
la presidencia del PSM: el pasado 19 de enero Juan Antonio Barranco
anunció su dimisión y Pedro Zerolo ha sido su sucesor.
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