lunes, 8 de agosto de 2011

El 15-M pierde fuelle en Bilbao, según 'Deia"

BILBAO.- Parece que el Movimiento 15-M de Bizkaia ha perdido fuerza. Ayer, y en contraposición a las 8.000 personas que reunieron el pasado 19 de junio en la concentración más numerosa de las que han celebrado en el herrialde, fueron casi un centenar los indignados que se sumaron a la protesta en forma de paseo que recorrió el centro de Bilbao para denunciar la detención de sus compañeros en los incidentes de la madrileña Plaza del Sol, según el diario nacionalista 'Deia'.

Desde La Casilla partieron los manifestantes con silbatos, cacerolas y trompetas. De todas las edades y procedentes de diversos municipios -aunque en menor medida que en otras ocasiones, una situación motivada por las vacaciones veraniegas-, la convocatoria tenía el objetivo de denunciar las actuaciones policiales de los últimos días. Buscaban expresar su solidaridad "con los compañeros que han sufrido abusos por parte de la policía en Madrid" y denunciar las identificaciones de las que han sido objeto en las concentraciones que se han llevado a cabo esta semana en Bilbao. "Se vulneran derechos básicos como la libertad de prensa, libertad de expresión, derecho de reunión y circulación", criticaron.
La Ertzaintza -y también varias dotaciones de la Policía Municipal- hizo acto de presencia poco antes de que la protesta emprendiera su "paseo" a las 17.00 horas hacia la plaza del Arriaga. Los agentes identificaron a tres de los participantes, ya que los impulsores de la marcha no habían solicitado el permiso necesario para poder manifestarse, aunque argumentaron que sí ejercerían "nuestro derecho a circular por la vía pública".
Tras un intercambio de pareceres con los agentes, en el que les prometieron mantener un talante pacífico en todo momento, la manifestación emprendió su camino. Antes repasaron el protocolo establecido en caso de que los efectivos policiales decidieran disolver la concentración, insistiendo en "manifestarse sin generar ningún incidente". Además, si se producía algún altercado, aconsejaron "agarrarse del brazo de los que estén al lado y sentarse", manteniendo siempre "una actitud tranquila".
Marchando por las aceras de la calle Doctor Areilza, la marcha enfiló después hacia la plaza Bizkaia. Posteriormente se dirigieron hasta el paseo del Euskalduna para finalizar la manifestación en la plaza del Arriaga, sede del campamento del movimiento en Bilbao, que fue cerrado el 18 de julio.
Coreando proclamas como "¡no nos mires, únete!", "¡esta crisis no la pagamos!", "¡con este sistema vamos de culo!" o "¡violencia es no llegar a fin de mes!", los indignados marcharon de forma ruidosa pero sin entorpecer en ningún momento el escaso tráfico que había a esas horas en el centro de la capital vizcaina. La marcha discurrió por tanto en un ambiente festivo, con tres pancartas que denunciaban las detenciones de Madrid y se solidarizaban con sus compañeros.
La plataforma de descontentos con la situación económica y social parece ir abriendo otros caminos alternativos al efecto que generan las manifestaciones de gran envergadura -en lo que respecta a la convocatoria de ayer, obtuvo un respaldo menor que el habitual-. Y es que el nuevo frente abierto hace meses parece haberse instalado ahora en las asambleas de los pueblos y los barrios, en las que siguen trabajando con cierta periodicidad. El 15-M expande así su radio de acción.

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