EL CAIRO.- Por
tercer día consecutivo, los manifestantes se enfrentaron ayer sábado a la
policía en Egipto, reclamando la partida de los militares en el poder,
acusados de desidia frente a la violencia que dejó 74 muertos el
miércoles, tras un partido de fútbol en Puerto Said (norte).
En El Cairo se podían ver espesas columnas de humo en las callejuelas
que llevan al ministerio de Interior, en donde los manifestantes
lanzaron piedras a los policías antidisturbios, mientras el ir y venir
incesante de las ambulancias que evacuaban heridos continuaba.
Desde que comenzaron las manifestaciones y los enfrentamientos el
jueves, al día siguiente del drama de Puerto Said, 12 manifestantes
murieron en El Cairo y en Suez (norte) y 2.532 personas resultaron
heridas, policías y manifestantes, según el ministerio de Interior.
Algunas víctimas murieron asfixiadas por gases lacrimógenos, según
fuentes médicas. Entre los heridos, hay 211 policías, de los cuales un
general que perdió un ojo. Según el canal nacional Nile News, uno de sus
periodistas resultó herido en un ojo por un perdigón.
Por la tarde, manifestantes intentaron interponerse entre sus
camaradas y la policía que disparaba gases lacrimógenos, pero los
enfrentamientos se reanudaron en el centro de El Cairo, a unos metros de
la plaza Tahrir.
Por la noche, la situación se calmó, pero la tensión era palpable entre las centenares de personas aún en las calles.
Las manifestaciones estallaron el jueves al día siguiente de los
terribles reyertas entre hinchas en Puerto Said, tras la primera derrota
de la temporada del célebre club cairota Al Ahli frente a los locales
de Al Masri (3-1).
El poder militar y el ministerio de Interior fueron criticados y acusados de no haber hecho nada para detener el drama.
El ministerio de Interior se encuentra en el sector de la célebre
plaza Tahrir, epicentro de la revuelta contra el presidente Hosni
Mubarak de enero y febrero de 2011, la cual se convirtió en el lugar
privilegiado de las numerosas manifestaciones que acompañan el difícil
proceso de transición.
Los manifestantes, entre los que hay numerosos hinchas de clubes de
fútbol, apodados los "ultras", reclaman el fin del poder militar que
dirige el país desde que cayó Mubarak el 11 de febrero de 2011.
Los "ultras", bien organizados y politizados, participaron en
numerosas manifestaciones contra el poder militar estos últimos meses.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), dirigido por el
mariscal Husein Tantaui, que está a cargo de la delicada transición
prometida hacia la democracia, acusó "a manos extranjeras y del
exterior" de desestabilizar el país.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo el viernes por la
noche en Asunción que la organización está dispuesta a defender la no
injerencia política en el fútbol, tras señalar que los trágicos sucesos
ocurridos en Puerto Said no desviarán los objetivos deportivos de la
Federación.
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