sábado, 21 de abril de 2012

Las fuerzas bahreiníes blindan el circuito de Fórmula 1 tras nuevas protestas contra el Gobierno

MANAMA.-   Las autoridades bahreiníes han desplegado decenas de carros blindados en la principal autopista que conduce al circuito donde este fin de semana se celebra el Gran Premio de Fórmula 1, después de que los manifestantes hayan protagonizado nuevas movilizaciones contra el Gobierno.

   Los activistas, que han llamado a los "días de la rabia" para este fin de semana, han informado también de que las fuerzas de seguridad han instalado alambres de espinas en algunas zonas de la carretera.
   La Policía utilizó ayer gases lacrimógenos para responder a grupos de jóvenes que llegaron a lanzar cócteles molotov contra los agentes para tratar de alcanzar la plaza de la Perla, símbolo de las movilizaciones que el año pasado sacaron a la calle a miles de personas.
   Los líderes opositores han aclarado que no tienen pensado convocar grandes marchas para este sábado, pero no han descartado movilizaciones puntuales a lo largo del día.
   "El Gobierno está usando la Fórmula 1 para su campaña", pero "no está saliendo como querían", ha indicado el activista Nabeel Rajab.  Umm Hussein, uno de los 10.000 manifestantes que se concentraron el viernes en Manama, ha instado a las autoridades a "arreglar el país" antes de organizar cualquier tipo de evento deportivo.
   Los manifestantes, principalmente de mayoría chií, culpan a la élite suní de marginarles e impedirles el acceso a trabajos o viviendas. El año pasado, las movilizaciones convocadas en el marco de la 'primavera árabe' y que dejaron 35 muertos, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, obligaron a cancelar el Gran Premio de Fórmula 1.
   El Gobierno espera poder utilizar este año la carrera para demostrar que la situación en el país se está normalizando, aunque tan sólo ha facilitado visados a los periodistas deportivos que cubren la Fórmula 1 y no a otros informadores que quieran cubrir el descontento social.
   Las organizaciones pro Derechos Humanos han acusado a las autoridades de seguir reprimiendo a los opositores y de no cumplir con las reformas que prometió. Según la oposición, en la última semana han sido arrestados casi un centenar de líderes de la disidencia y más de 50 personas han sufrido heridas en enfrentamientos con la Policía, que ha llegado a realizar disparos al aire como medida disuasoria.
   Abdulhadi al Jawaja, uno de los 14 hombres en prisión por organizar las manifestaciones del año pasado, lleva más de 70 días en huelga de hambre para reivindicar reformas democráticas. Su familia ha explicado que ayer dejó de beber agua y han dicho que temen por su vida.
   "Su situación es muy peligrosa", ha apuntado el activista Rajab, que también ha alertado de que si Al Jawaja muere "la gente se enfadará". Dinamarca, país del que el activista también tiene ciudadanía, se ha ofrecido a acogerle.
   El Centro de Bahréin para los Derechos Humanos asegura que Al Jawaja es una de las ocho personas que cumple penas de cadena perpetua por secundar el año pasado una movilización en favor de la instauración de una república.

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