MADRID.- Un grupo de flamenco irrumpe en una sucursal bancaria
en Sevilla, satirizando a los banqueros con bailes, canciones y palmas.
En Galicia, 50 hombres vestidos de presidiarios marchan ante un banco
gritando consignas en contra de los costosos rescates estatales para los
contribuyentes.
En Barcelona y Madrid, una creciente organización de
abuelos llevan a cabo "ocupaciones" de oficinas bancarias, cubiertos con
chalecos reflectantes y portando pancartas en contra de los rescates.
La profunda crisis económica ha provocado protestas
creativas entre los españoles frustrados con los recortes
presupuestarios en colegios y hospitales, que se producen al mismo
tiempo que los bancos que prestaron imprudentemente durante el auge de
la construcción reciben una ayuda europea de 100.000 millones de euros.
Los vídeos en Youtube de las protestas flamencas están
de moda y cada vez circulan más e-mails de bromas y parodias con los que
se intentan paliar las sombrías expectativas que apuntan a que España
podría ser el siguiente país en necesitar un rescate soberano.
La protesta más frecuente tiene por objetivo a Bankia,
uno de los bancos más grandes del país, que ha tenido que ser
nacionalizado en mayo en el rescate más caro de un banco en la historia
de España, estimado en unos 23,5 millones de euros.
Mientras tanto, el Gobierno ha recortado 45.000
millones de euros de su presupuesto de este año, ha subido impuestos y
ha reducido el gasto público en los apreciados sistemas de salud y de
educación.
"Los trabajadores y el público tendremos que pagar este
rescate ... Seguramente la banca no va a devolver este dinero. Esto
realmente es un saqueo", dijo Anxo Noceda, un dirigente sindical de Vigo
que ayudó a organizar la protesta de "presos" en una sucursal de Bankia
en la comunidad gallega.
Durante las protestas los "prisioneros" corearon "no es
que falte dinero es que sobran ladrones". Los bancos españoles, muchos
de ellos gestionados por políticos, acabaron con una exposición de
300.000 millones de euros al saturado sector inmobiliario, y gran parte
de él ha sucumbido.
Con la economía en su segunda recesión desde 2009 y uno
de cada cuatro trabajadores del país en paro, las marchas y
manifestaciones multitudinarias, principalmente pacíficas, se han
convertido en una imagen habitual en las ciudades.
Bankia y sus ex directivos - incluidos políticos del
Partido Popular - están ahora en el centro de una investigación judicial
por supuesto fraude vinculado al lanzamiento a bolsa de la entidad el
año pasado.
"Queremos añadir un poco de color a la política
española", dijo Ovidio Bustillo, un activista del denominado grupo de
'yayoflautas', un término utilizado para los mayores de 60 años derivado
de la expresión 'perroflautas' con el que se denominó a muchos jóvenes
indignados pintorescos del movimiento de protesta 15-M.
"La democracia en España necesita una limpieza a
fondo", dijo Bustillo. Los 'yayoflautas', que cuentan con unos 300
miembros en su sede de Cataluña y algunos más por todo el país, entre
ellos veteranos disidentes de la dictadura de Franco, empezaron a ocupar
bancos en octubre.
El viernes, este grupo, que tiene 14.000 seguidores en
Twitter, ocupó oficinas del Deutsche Bank por todo el país y el
consulado alemán en Barcelona para protestar por lo que consideran una
imposición de Alemania de medidas de austeridad al sur de Europa.
"Hoy todos los yayoflautas hemos ocupado un trozo de suelo alemán. El de los Bankeros", dijo el grupo en Twitter.
Los manifestantes, cuyo miembro más mayor tiene 84
años, se benefician de una cierta benevolencia de la policía cuando
toman las calles.
"Siempre vamos rodeados de prensa y entonces no es lo
mismo que la policía apalee a un chaval de 20 años, que a alguien con
canas", dijo María Dulce Alonso, una 'yayoflauta' de Madrid.
Celestino Sánchez, de 62 años, uno de los 17 fundadores
del grupo, dijo que no tienen miedo de las autoridades. "¿Qué nos
pueden hacer? Meter en la cárcel? Bueno, es que ya he estado. Muchos de
nosotros ya hemos estado", dijo, refiriéndose a las protestas de la
época franquista.
"Has cambiaito amigo mío, ay, desde que tienes dinero.
Que no se te puede aguantar. Son cosas de rico (...) Para poder
defenderme hasta el loro he empeñaíto, hasta mi casa yo he vendido",
dice la bulería que canta un hombre de mediana edad con vaqueros y gafas
de sol ante una audiencia perpleja de clientes y personal de una
oficina de Bankia en Sevilla.
Un vídeo de la protesta
(http://link.reuters.com/jex88s) muestra cómo un creciente número de
bailarinas se suman al cantante. Vestidas de negro y largo se marcan un
zapateado para conjurar sus frustraciones sobre el suelo de mármol de la
sucursal.
"Tu te metes en líos, me echas a la calle porque no hay
manteca", continúa el cantante, refiriéndose al aumento de desahucios
por no poder pagar la hipoteca.
La escenificación de la protesta fue obra del grupo de
flamenco FLO6x8, cuyo eslogan es "el cuerpo contra el capital".
Bankia puede ser el objetivo favorito de las protestas, pero desde luego no el único.
Otros vídeos muestran el montaje de Rumba Rave, un
número de baile aparentemente espontáneo de más de dos docenas de
personas en una oficina del Banco de Santander, o el de la "Niña Ninja",
que rompe el monedero dejando caer las monedas por el suelo de una
oficina antes de lanzarse a bailar.
Mientras los españoles de clase media y menos
acomodados ven descender su calidad de vida, el Gobierno ha tenido
problemas para convencer con el argumento de que el rescate bancario es
de carácter temporal y será devuelto.
España, la cuarta economía de la zona euro, ha visto
cómo se disparan los costes de la deuda soberana ya que los inversores
evitan lo que perciben como un riesgo creciente de falta de pago.
Con todos las noticias de todos los canales abriendo
con los diferenciales de deuda y otros temas en el pasado términos
confusos del sector financiero, otro vídeo viral se burla de la
creciente obsesión nacional por el mercado de bonos.
El cortometraje (http://link.reuters.com/pex88s)
muestra a tres amas de casa andaluzas debatiendo sobre las operaciones
del mercado de derivados y monetario.
"Lo que hace falta es una flexibilización cuantitativa
para mitigar la recesión", dice una de las vecinas, que se suma al
debate desde el tejado de su casa mientras tiende la colada.
Su amiga hace un gesto muy típico de burla con los
hombros mientras agita una barra de pan en el aire. "Tu estás loca", le
espeta. "La inflación se está poniendo por las nubes. ¿Qué hago con mis
ahorros? Me los como con papas?".
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