LA HABANA.- Ángel Carromero, el joven de Nuevas
Generaciones (NNGG) del PP retenido en Cuba desde que sufrió un
accidente de tráfico en el que murió el destacado disidente Oswaldo
Payá, ha sido acusado de homicidio, según ha informado 'Granma', el
periódico oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que
ha detallado las actividades que supuestamente estaban realizando en la
isla los dos políticos europeos.
En un editorial titulado "La verdad y la razón", 'Granma' ha
indicado que las autoridades cubanas han permitido que el político sueco
Jens Aron Modig, que también viajaba en el vehículo, regrese a su país
"pese a las actividades ilegales que realizó y a la violación de su
estatus migratorio". Carromero, en cambio, "se encuentra instruido de
cargo por homicidio en ocasión de conducir vehículo por la vía pública",
ha añadido.
Según el periódico, los dos políticos llegaron a Cuba el
pasado 19 de julio con visado de turista y "disimuladamente, en
violación de su estatus migratorio, se involucraron en actividades
netamente políticas contra el orden constitucional".
'Granma' ha criticado la "desproporcionada cobertura" que han
realizado los medios de comunicación internacionales sobre el accidente
ocurrido el 22 de julio en el que murieron Oswaldo Payá y Harold Cepera,
otro opositor cubano, y ha destacado que "pocos se preguntan qué
hacían" en la isla Carromero y Modig, que sufrieron heridas leves.
El rotativo destaca que Carromero, que conducía el vehículo y
"no es precisamente un turista español como los miles que disfrutan de
sincera y cálida hospitalidad" en Cuba, es "el vicesecretario general de
Nuevas Generaciones, sector juvenil del Partido Popular de España,
cercano a los connotados anticubanos José María Aznar, expresidente del
Gobierno, y Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid".
Sobre Modig, líder del ala juvenil del partido sueco
Demócratas Cristianos, dice que tiene "nexos, entre otras organizaciones
anticubanas, con el Instituto Republicano Internacional" de Estados
Unidos y con "quienes en la derecha nórdica" más "hostigan" al Gobierno
cubano.
Según 'Granma', Carromero y Modig no viajaron al país caribeño
"por su iniciativa", sino "como parte de una operación organizada por
Anikka Rigo", responsable de Relaciones Exteriores en el partido de
Modig, "con el objetivo de traer financiamiento al minúsculo y
contrarrevolucionario Movimiento Cristiano Liberación, que presidía
Oswaldo Payá (...), y de asesorar la constitución de una organización
juvenil asociada a este".
"Con ese propósito", el diputado del PP y presidente de NNGG
de Madrid, "Pablo Casado Blanco, había instruido a Carromero ponerse en
contacto con la española Cayetana Muriel Aguado, residente en Suecia" y
miembro de los Demócratas Cristianos suecos, "de la que recibió
instrucciones, el dinero a entregar y un teléfono celular programado con
los números necesarios", de acuerdo con la versión del periódico.
Después, Carromero se puso en contacto con Modig a través de
la red social Facebook y "se conocieron en un restaurante madrileño",
añade el editorial, que indica que el político sueco ya había viajado a
Cuba en 2009 "con similares propósitos, bajo instrucciones de Víctor
Olmedo Capdepon", descrito en el artículo como dirigente de los
Demócratas Cristianos suecos y redactor jefe de "la revista
contrarrevolucionaria 'La Primavera de Cuba'".
"Habiendo entregado el dinero al destinatario y asesorado la
creación del grupúsculo juvenil, se dirigían a Santiago de Cuba con
propósitos similares cuando ocurrió el accidente", se lee en el
artículo.
'Granma' ha asegurado que las actividades realizadas en Cuba
por los dos ciudadanos extranjeros, que "recibieron asistencia consular"
tras el accidente, forman parte de una "operación" que es "una más
entre muchas organizadas desde Miami, fundamentalmente, y también desde
Madrid y Estocolmo".
A continuación, el periódico enumera varias de esas
"operaciones" promovidas desde el extranjero contra "el sistema político
cubano" y con "abiertos propósitos subversivos".
El diario oficial del Partido Comunista de Cuba también ha
arremetido contra "los más vociferantes de la mafia anexionista de
Miami" (los opositores cubanos exiliados en esa ciudad estadounidense)
que, tras la muerte de Oswaldo Payá, "acusaron a Cuba de haber realizado
un asesinato político".
Sin embargo, "la nota informativa del Ministerio del Interior,
publicada el pasado viernes 27, cerró el paso a la infame insinuación,
con testimonios irrefutables de peritos y testigos presenciales,
incluidos los dos extranjeros participantes en el trágico suceso", ha
resaltado.
Carromero afirma en un vídeo difundido por el régimen cubano
que "ningún vehículo" golpeó "por detrás" el coche que él conducía y en
el que viajaban Payá, Cepera y Modig. Asimismo, dice que momentos antes
del accidente circulaba a 80 kilómetros por hora, según marcaba el
cuentakilómetros, pero que en el momento del siniestro no recuerda cuál
era la velocidad exacta.
El político del PP también admite que perdió el control del
vehículo cuando frenó al entrar en un bache mientras circulaba por una
zona de la carretera en mal estado. Por su parte, Modig explicó en una
rueda de prensa que había viajado a Cuba junto con Carromero con tres
propósitos fundamentales, uno de los cuales era dar dinero a Payá,
aunque no precisó la cantidad.
También afirmó que tenía previsto organizar junto con la hija
de Payá "un ala juvenil" del Movimiento Cristiano Liberación y apoyar a
este grupo disidente en los "viajes que quisiera realizar" dentro de
Cuba.
Poco antes viajar a la isla, el político sueco se reunió en
Estados Unidos con representantes del Instituto Republicano
Internacional Republicano (IRI) y del Instituto Nacional Demócrata
(NDI), dos organizaciones que apoyan acciones a favor de una transición
democrática en Cuba. Además, Modig admitió que ya había estado en Cuba
en 2009 para entregar dinero y equipos a "periodistas y economistas" de
la isla.
Con respecto al accidente, el político sueco dejó claro que
ningún otro coche les estaba persiguiendo y aseveró que se trató de un
accidente.
'Granma' ha insistido en que, durante los 50 años que han
transcurrido desde el triunfo de la revolución liderada por Fidel
Castro, no ha habido en Cuba "ni una sola ejecución extrajudicial, ni un
desaparecido, un torturado, un secuestrado, un solo acto terrorista".
"No es Cuba, sino Estados Unidos, quien ostenta un vergonzoso récord en
materia de asesinatos políticos y ejecuciones extrajudiciales", ha
agregado.
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