GINEBRA.- Al menos 1.600 personas fallecieron en Siria
durante la última semana, convirtiéndola en la más sangrienta desde el
inicio de los enfrentamientos en el país árabe, según ha anunciado este
domingo el portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF), Patrick McCormick.
El Centro de Documentación de las Violaciones en Siria ha cifrado
en casi 5.000 personas los muertos en el mes de agosto, dejando el
número en 4.937, según ha informado la cadena de televisión
estadounidense CNN.
Los balances proporcionados por el Gobierno y la oposición no han
podido ser verificados de forma independiente, ya que el acceso a los
periodistas está restringido en el país y no es posible realizar un
recuento independiente en todo el territorio nacional.
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