El BNG rechaza los Presupuestos Generales del Estado español porque abandonan a la gente

MADRID.- El BNG ha presentado este viernes en el Congreso su enmienda de totalidad contra los Presupuestos Generales del Estado de 2013 alegando que "abandonan a la gente" y premian a la banca, a la que reservan una "cantidad exorbitante" para el pago de intereses.

   "Son Presupuestos de los recortes en el Estado de Bienestar --sostiene la diputada Olaia Fernández Davila--.  Menos educación y sanidad pública, nada de dependencia y más bajadas del poder adquisitivo de los empleados públicos. Nada bueno auguran, sólo más paro y más crisis".

   A su juicio, el proyecto del gobierno se basa en cálculos "irreales" que quedarán sobrepasados si el Gobierno pide el rescate después de las elecciones gallegas. "Los intereses de la deuda lastran todo el presupuesto ya que aumentan para el 2013 en un 34%. Podríamos concluir que son los presupuestos de la banca, ha añadido.

   Los nacionalistas gallegos sostienen que los Presupuestos diseñados por el Gobierno del PP "son una claudicación a las demandas de Alemania y los mercados", mientras que "castigan a la gente" con más recortes "precisamente cuando más se debería fortalecer a la educación y la sanidad pública, cuando más se debería destinar a dependencia, y más se debería recortar en gasto superfluo y capítulos como defensa".

   También creen que "suponen el ahogo financiero de las comunidades autónomas, que son las que hacen frente a los servicios básicos, obligándolas a tener que recortar y aplicar ellas el tijeretazo". Los recortes se ceban en Educación, con un 17,2% menos, y en Sanidad, con una reducción del 22%, mientras que Defensa sólo se rebaja en un 6% y la Casa del Rey solo sufre un 4%.

   En cuanto a las pensiones, el BNG denuncia la caída de su poder adquisitivo porque la subida del 1% anunciada por el Gobierno está por debajo del coste de la vida, y por vez primera se echa mano del Fondo de Reserva, sustrayendo "la máxima cantidad legal permitida, 3.060 millones". Destaca asimismo la congelación de los salarios de los funcionarios por tercer año consecutivo, una medida que, unida a la supresión de la paga de Navidad, no permite reactivar el consumo.