LHASA.- Un joven tibetano ha muerto tras prenderse
fuego en señal de protesta por el dominio chino sobre la región
autónoma, según ha informado Free Tibet en un comunicado, con lo que ascienden a siete las inmolaciones en la última semana.
Nyingkar Tashi, de unos 20 años de edad, se ha prendido fuego durante el funeral que se ha celebrado este lunes en la ciudad de Dowa por una mujer que también murió tras quemarse a lo bonzo. Al parecer, el joven tibetano ha fallecido en el acto.
De acuerdo con Free Tibet, Nyingkar exigía la salida de las autoridades chinas de la región autónoma y el regreso del líder espiritual de los tibetanos, el Dalai Lama, exiliado en India desde hace años.
Dowa se ha convertido en uno de los llamados "puntos calientes",
ya que en los últimos días ha sido el escenario de tres inmolaciones,
por lo que las autoridades chinas han ordenado reforzar la seguridad.
La directora de Free Tibet, Stephanie Brigden, ya advirtió
de que podría producirse un repunte de las inmolaciones con motivo del
18º Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), que comenzó el
pasado jueves y que finalizará el próximo miércoles, cuyo principal
resultado será la renovación de la cúpula de poder del país.
Debido a la celebración del congreso comunista, las autoridades
chinas han blindado la capital del gigante asiático con un gran
despliegue de seguridad y con prohibiciones como bajar las ventanillas
de los coches o adiestrar palomas --algo muy típico en los pekineses--
para evitar el lanzamiento de octavillas.
Asimismo, se ha intensificado la vigilancia sobre la disidencia. "Aunque todavía no hemos podido confirmarlo, parecer que se han multiplicado las restricciones a las comunicaciones en Tibet", dijo Brigden a modo de ejemplo.
En el último año se ha producido un auge de esta forma de
protesta, que se da, sobre todo, entre menores de 25 años de edad, que
han nacido y crecido bajo lo que consideran la ocupación china. Desde
marzo de 2011 se han registrado 70 inmolaciones.
Las autoridades del régimen comunista han condenado las
inmolaciones en Tibet, subrayando que atentan contra la moral china, y
han acusado al Dalai Lama de promover estos actos con el fin de desestabilizar el país.
Sin embargo, no es la única forma de protesta de los tibetanos. En
los últimos meses se han atrevido a manifestarse y a lanzar panfletos
para denunciar el dominio chino, actos por los que pueden ser
encarcelados y torturados, según la ONG.
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