MADRID.- El fundador y presidente de Mensajeros de la
Paz, el padre Ángel García Rodríguez, ha asegurado que la renuncia de
Benedicto XVI supone una noticia "positiva" ya que, a su juicio, se
trata de "un gesto que esta sociedad empieza a necesitar", al tiempo que
vaticinado que el próximo Pontífice "abrirá las ventanas de la
Iglesia".
Así, respecto a los futuros 'papables', ha afirmado que, "de los
cinco o seis que hay en la palestra, alguno va a salir", aunque ha
mostrado su preferencia por el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez
Maradiaga, a quién ha calificado de "joven, social y enérgico".
"No me
dejan votar pero el que salga, bienvenido sea", ha puntualizado.
En cualquier caso, ha pedido que el futuro Pontífice "siga el
ejemplo de Benedicto XVI y haga gestos distintos en la Iglesia", como la
posibilidad de que "la mujer pueda ser sacerdote". También ha insistido
en "la necesidad de rejuvenecer" a la institución y "mostrar al mundo
que está hecha de hombres", además de hacer un llamamiento para "dejar
las divisiones internas", en alusión al mensaje lanzado este miércoles
por el Pontífice en su encuentro con el clero romano en el Vaticano.
Por otro lado, ha reconocido que acogió la noticia de la renuncia
"con sorpresa" pero, al mismo tiempo, ha destacado que se trata de un
gesto "hecho con dignidad y altura de vista, que todos han acogido con
cariño", y que se ha tomado "en libertad". Además, ha asegurado que el
Pontífice "es un Papa que se ve que creía en Dios y en los hombres, y
creer en los hombres es muy importante".
En la misma línea, ha augurado que esta renuncia implicará "un
cambio en la Iglesia" que, en su opinión, "tiene que cambiar porque no
se puede estar con los mismos esquemas del siglo pasado". "Hay que poner
los pies en la tierra" ha apostillado, augurando que esta Institución
va a "aportar más cercanía".
Además, ha hecho alusión a las dos ocasiones en las que estuvo
personalmente con Benedicto XVI, la última, en una audiencia concedida
"hace menos de un mes" con motivo del 50 aniversario de la asociación,
un acto al que también asistieron una treintena de niños, así como
adultos beneficiarios o exbeneficiarios de hogares de la organización.
El fundador de Mensajeros de la Paz ha recordado que, en este
encuentro, el Papa cogió a una de las niñas en sus brazos, al igual que
hizo con anterioridad en un acto con niños heridos y enfermos de Irak,
en el que cogió a uno de los pequeños y lo besó.
"Esto me impresionó" ha reconocido, haciendo hincapié "en los
gestos" del Pontífice, con quién también ha viajado a Cuba, Líbano y
Jordania. "El Papa es un gobernante pero han sido sus gestos personales
los que me han enganchado. Los gestos sencillos y humanos los hace la
gente de bien y son las mejores encíclicas que se pueden hacer", ha
apostillado.
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