La noticia del veto del Parlamento Europeo a la exposición Exhumando fosas, recuperando dignidad
causa perplejidad e indignación. La exposición, impulsada por la
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y la
Sociedad de Ciencias Aranzadi, recoge el trabajo realizado desde el año
2000 sobre la exhumación de las fosas comunes de la guerra civil
española. Las razones esgrimidas por el irlandés Jim Higgins, diputado
del Partido Popular Europeo, miembro de la mesa del Parlamento y
encargado de las autorizaciones pertinentes, — al que la prensa confunde
erróneamente con Joe Higgins, antiguo diputado europeo del partido
socialista irlandés (2009-2011) – se fundamentan en que las imágenes
eran impactantes y que podrían generar controversia política. He ahí la
perplejidad y la indignación.
No se puede entender que el Parlamento Europeo, cuyas salas han
acogido exposiciones del Holocausto o de las víctimas del terrorismo con
imágenes sin duda impactantes, impida ahora que se vea en sus
instalaciones 40 paneles de las excavaciones de fosas comunes del
franquismo. En la mayor parte del mundo, todos aquellos y aquellas que
lucharon contra el fascismo gozan del respeto y el cariño de sus
conciudadanos y ocupan un lugar honorable en la conciencia colectiva
de sus pueblos. Por ello causa perplejidad que el censor de la
exposición desconozca que entre las razones últimas de la construcción
de la Unión Europea está el intento de asentar una memoria colectiva
que evite las tragedias europeas de la primera mitad del siglo XX .
Nadie puede olvidar que en el corazón de esa memoria desempeñan un papel
fundamental la lucha por la libertad y la democracia y el propio
Holocausto.
Lo que realmente resulta impactante en estos momentos es la
existencia de fosas comunes en la Europa democrática y comunitaria. Las
víctimas del franquismo, alojadas durante decenios en las fosas del
olvido, son parte de esa memoria europea, lucharon contra la
barbarie, en defensa de la libertad y la igualdad, y como tales
merecen la verdad, justicia y reparación que se les negó durante la
dictadura franquista. Exposiciones como la de la ARMH son importantes
para asentar esa memoria colectiva en Europa. Mucho más cuando el propio
Consejo de Europa ha impulsado programas y acciones para recuperar la
memoria histórica. Por tanto, la verdad de las víctimas del franquismo
debe asomarse al Parlamento de Bruselas. No hacerlo sería
discriminarlas. Sería continuar con el silencio y el olvido con el que
la derecha ha tratado de ocultar la barbarie de esa etapa de nuestra
historia.
Causa indignación que el Sr. Higgins alegue a estas alturas que la
exposición podría generar controversia política. ¿Entre quien? No creo
que sea entre la derecha democrática de allende los Pirineos que sabe
muy bien lo que fue el fascismo. ¿Acaso se refiere a la derecha
española? Sería realmente lamentable. Para cerrar la página de la guerra
civil española es preciso conocerla en su totalidad y hacer justicia a
quienes aún quedan sin reparación. Es evidente que presentar las
imágenes de la exhumación de las fosas del franquismo genera un debate
contra el olvido, pero un debate que la Europa democrática debe conocer
para que desde las instituciones europeas se exija al gobierno y al
estado español que de una vez por todas se proceda a levantar los
cadáveres existentes en las fosas y se les otorgue digna sepultura.
La
democracia española no se puede asentar definitivamente mientras existan
cadáveres de antifascistas enterrados en cunetas y fosas comunes. No
puede el Parlamento Europeo mirar para otro lado y censurar exposiciones
que pretenden hacer cumplir los derechos humanos. Los alegatos del Sr.
Higgins, representante de la derecha europea, me recuerdan aquella
política nefasta de No intervención en los asuntos de España que
practicaron los países europeos respecto a la guerra civil española.
Aquel dejar hacer al fascismo contribuyó a la pérdida de la democracia
en España y a la tragedia de la II Guerra Mundial.
Ya va siendo hora de que nuestros parlamentarios planteen en el
Parlamento Europeo el reconocimiento de las víctimas del franquismo y la
dictadura a través del establecimiento de un día conmemorativo en el
que las instituciones europeas les rindan recuerdo y homenaje junto a
todos aquellos que lucharon por la libertad, la democracia y la justicia
social.
(*) Catedrático de Historia Contemporánea de la
Universidad de Almería y patrono de la Fundación Alfonso Perales
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