MADRID.- La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada
Colau, una figura en alza entre la ciudadanía española azotada por el
desbocado paro y el drama de los desahucios, no está por la labor de
formar parte de unos partidos políticos ávidos por recuperarse de un
bache histórico de popularidad.
"En las últimas elecciones catalanas, dos partidos me han
ofrecido ir en sus listas como diputada, pero les dije que no. No quiero
hacer fichajes individuales, no creo en eso. Ahora mismo hay una crisis
que es el paradigma, y un paradigma no lo cambia una persona", dijo el
lunes Colau, de 39 años.
La PAH, una plataforma ciudadana desconocida hace apenas tres
años, ha conseguido una inmensa admiración e influencia popular, y
también críticas desde algunos sectores, por su capacidad de impedir
desahucios y por su insistencia en que se acepte la dación en pago -la
entrega de la vivienda a cambio de saldar la deuda hipotecaria-.
Ada Colau, su portavoz y cara más visible, rehúye de la forma actual en la que los partidos hacen política.
"Si yo hubiera aceptado haber ido en las listas de las dos
formaciones políticas que me lo propusieron - que sí apoyaban nuestras
demandas - ¿Cuál habría sido el resultado?: Que yo sería una diputada de
un partido minoritario de la oposición en Cataluña y de vez en cuando
podría hacer una pataleta en el Parlamento catalán y tendría mil veces
menos capacidad de incidencia que la que tenemos ahora desde la
Plataforma", dijo.
Ante la persistencia de un alto paro, con una tasa del 27 por
ciento, las fuertes medidas de ajuste del Gobierno y los últimos
escándalos de corrupción, muchos españoles han dado la espalda en las
encuestas a los principales partidos políticos, que ceden en intención
de voto ante otras alternativas hasta ahora minoritarias.
Colau dijo que la PAH ha conseguido cambiar el discurso público
en torno a los desahucios y al problema de la vivienda, haciendo que los
afectados dejen de culparse a sí mismos por su situación y consigan
darle la vuelta a su problema.
"Aunque no tengamos recursos, se convierte en un colectivo con un
potencial brutal y por eso la Plataforma tiene la fuerza que tiene,
porque empodera a la gente en lugar de victimizarla", agregó Colau, cuya
experiencia ha sido reflejada en el libro "¡Sí se puede!. Crónica de
una pequeña gran victoria".
La PAH impulsó recientemente la mayor Iniciativa Legislativa
Popular (ILP) de la historia España con casi 1,5 millones de firmas,
pero la ley que está tramitándose actualmente en el Senado no recoge
ninguna de las tres demandas básicas que pidieron sus promotores
originales: la dación en pago retroactiva, una moratoria de los
desahucios y el alquiler social.
El Partido Popular hizo valer su mayoría absoluta en el Congreso e
impuso sus postulados en la reforma de la ley hipotecaria, pese al
abrumador apoyo social a la ILP.
Un 94 por ciento de los encuestados estaba a favor de que los
jueces puedan aplazar los desahucios de los que no pueden pagar su
hipoteca por estar sin trabajo, mientras que un 86 por ciento está a
favor de la dación en pago, según una encuesta de Metroscopia divulgada
en noviembre por El País.
Colau, imbuida en una camiseta verde con una chapa roja en forma
de señal de Stop y el mensaje "PAH, Stop desahucios", dijo que el debate
actual en el seno de su organización no es formar un partido político
que rentabilice su amplio apoyo social, sino seguir atendiendo los
problemas reales de la gente.
"Una plataforma ciudadana que ha surgido por un tema muy
concreto, no tiene que ser la que se convierta en un partido político y
lidere ahora la revolución democrática en España. La Plataforma podrá
participar de ese debate a su manera", dijo Colau.
La portavoz de PAH dijo que ese debate social sobre la necesidad
de nuevos partidos políticos todavía se está produciendo de forma
informal, y si eventualmente decidiera entrar en política, no le
correspondería a ella el ser una figura política relevante.
"Yo no tengo problema en ser cara visible ni en asumir, lo llevo
haciendo mucho tiempo en este movimiento, lo que digo es que no soy yo
quien debe responder eso, deben ser movimientos ciudadanos amplios en
los que se produzcan debates a fondo", dijo.
La plataforma de Colau, cuyos polémicos "escraches" o protestas
ante los domicilios de los diputados para tratar de que apoyasen su
propuesta de ley hipotecaria han sido la última iniciativa en acaparar
la atención informativa, dijo que en el corto plazo se centrará en
presionar por obtener el alquiler social de las miles de viviendas
vacías en manos de los bancos.
"A corto plazo vamos a aumentar las campañas para resolver el
problema que no va a resolver el Gobierno, parando desalojos, incluso
ocupando viviendas vacías, lo iremos uniendo con el tema del alquiler
social", dijo Colau.
La PAH ha negociado cientos de daciones en pago individualmente
con entidades financieras, pero la plataforma las acusa de no querer
hacerlo de forma generalizada por una cuestión de imagen.
"La mayor resistencia de los bancos a que se apruebe la dación en
pago no tiene nada que ver ni con temas jurídicos ni económicos, es
simbólica, sería ceder a una movilización ciudadana y sería el
precedente a lo que viene después: las preferentes, etcétera", dijo
Colau.
Pero la percepción de la PAH en los ciudadanos, los políticos y
los bancos ha cambiado por el poder de movilización de la plataforma, y
Colau dijo que incluso un directivo de un importante banco español llegó
a consultarles sobre unos planes de la entidad para paliar la situación
económica de sus propios clientes desahuciados.
Ante las críticas de algunos altos cargos del PP por los
"escraches", Colau cree que "han sido tan exagerados que se han puesto
en ridículo" ellos mismos porque la población conoce bien el trabajo de
la plataforma.
Colau, que teme que la situación en España pueda derivar hacia
estallidos violentos como en otros países azotados por la crisis, dijo
que su plataforma está evitando esa posible situación al tratar los
problemas reales de los afectados.
"De hecho nosotros lo estamos conteniendo. A nuestras plataformas
viene gente diciendo que va a poner una bomba, que le van a sacar de
casa con los pies por delante, que me voy a matar. La gente no está
loca, la Plataforma no sólo está conteniendo eso, sino que lo está
canalizando de forma positiva", dijo.
Colau, que lleva años participando en el activismo social desde
el movimiento antiglobalización hasta el de "V de Vivienda" desde hace
nueve años en España, dijo que la PAH ha conseguido algo especial para
los ciudadanos.
"Devolverle la esperanza a la gente, ese es el mayor logro de todos", dijo.
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