MADRID.- Numerosos cargos del PP no ven viable ni se toman en serio el regreso de José María
Aznar y achacan el 'ataque' a Mariano Rajoy a la falta de apoyo que ha
encontrado estos meses en el actual presidente del Gobierno tras las
informaciones sobre la trama de corrupción Gürtel y el llamado caso
Bárcenas.
Los 'recados' que Aznar lanzó anoche en una entrevista en Antena 3
han provocado un torbellino en las filas 'populares', en especial su
exigencia de bajar ya impuestos, cumplir el programa electoral y llevar a
cabo una acción política más decidida frente a la "languidez de la
resignación".
Tampoco les ha dejado indiferentes que el actual presidente de
FAES no descartara un regreso a la política activa desde la primera
línea. Sin embargo, las fuentes consultadas ni ven factible esa
posibilidad ni se la toman en serio.
"Creo que no puede volver. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Va a hacer un
partido?", se pregunta un veterano diputado que ocupó cargos de
responsabilidad con Aznar. "Si como él dijo es leal al PP, de momento
este partido tiene un presidente. No veo su vuelta", añade otro
parlamentario que ha debutado en esta legislatura.
Fuentes 'populares' han admitido que, pese a que ya sabían que en
privado Aznar había dejado entrever en más de una ocasión su malestar
por algunas actuaciones del actual Ejecutivo, no esperaban un tono tan
crítico hacia la gestión de Rajoy en una entrevista pública en 'prime
time'.
Según las citadas fuentes, el expresidente trató de hacer una
"defensa personal" ante la falta de apoyo que está encontrando en Rajoy
por las informaciones sobre la red de corrupción Gürtel que encabezaba
Francisco Correa o los presuntos sobresueldos del extesorero del PP, Luis
Bárcenas, noticias que le "perjudican" en sus actividades actuales
fuera de España, principalmente la de conferenciante.
"Sale a defenderse porque nadie le defiende", resume una persona
cercana al expresidente, que admite que Aznar "va por libre" y no le
importa generar problemas, no ya solo al Gobierno de Rajoy, sino a su
propia esposa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
Pese a las coincidencias con Esperanza Aguirre en la solicitud de
bajar ya los impuestos, fuentes del PP no ven detrás de las
manifestaciones del exjefe del Ejecutivo un grupo bien organizado
movilizándose contra Rajoy como ocurrió en 2008 antes del Congreso de
Valencia.
Varios parlamentarios no han ocultado su sorpresa por las críticas
abiertas a la gestión de Rajoy, ya que, según relatan, pensaban que lo
que perseguía en realidad con esta entrevista era "limpiar" su imagen
ante la "campaña de acoso y derribo" que le está haciendo el grupo
Prisa.
En este sentido, algunos dirigentes del PP le reprochan que haya
demostrado cierta falta de lealtad al cuestionar públicamente la gestión
del actual jefe del Ejecutivo sin utilizar los canales habituales, bien
decírselo directamente o expresarlo en las reuniones internas del
partido.
"Uno puede expresar sus opiniones con lealtad, pero no debe
olvidar su papel de expresidente. Es un hombre de Estado y debería tener
una actitud un poco más neutral", manifiesta un diputado, que asegura
que "los toros desde la barrera se ven muy bien".
También le recriminan su insistente petición de bajar impuestos
comparando la situación actual con la de 1996 cuando, según las mismas
fuentes, Felipe González dejó mal a España pero el nuevo Gobierno del PP
tenía margen para recurrir al Banco de España, hacer devaluaciones de
peseta o "privatizarlo todo".
"La situación es muy diferente. Ahora hay recesión y en 1996 la
economía empezaba a remontar. Y la venta de empresas públicas supuso
cinco billones de pesetas", recuerda un diputado del Grupo Popular. "En
1996, teníamos otras herramientas y ahora España está en el club de la
UE y tenemos que cumplir unas reglas para que no te echen del club",
añade otro.
Algunos miembros del PP creen que Aznar se ha cebado con Montoro y
ven "desafortunada" esa crítica porque el ministro de Hacienda,
subrayan, es el primero que quiere bajar los impuestos pero la situación
económica no se lo permite.
Estas mismas fuentes recuerdan que el Ejecutivo que ganó las
elecciones en 1996 no pudo bajar los impuestos hasta 1998 y destacan que
el propio Mariano Rajoy ya se ha comprometido a bajarlos en esta
legislatura.
Además, recalcan que bajar impuestos está en el ideario del
Partido Popular y es una idea que defiende tanto Rajoy como sus
ministros, muchos de los cuáles ya estaban en el Gobierno del
expresidente. "Hay una continuidad en los equipos. Están Rajoy, Luis de
Guindos y Cristóbal Montoro, que estaban con Aznar", resalta un
parlamentario.
Fuentes cercanas a Aznar han elogiado la valentía del
expresidente, por entender que con sus manifestaciones ha recobrado el
liderazgo moral entre los suyos, entre muchos militantes del PP y entre
el electorado del partido.
Dentro del Grupo Popular del Congreso hay quien opina también que
esta crítica a Rajoy puede beneficiarles porque Aznar recoge el
descontento de una clase media-alta que ahora está enfadada con Rajoy
por medidas como las subidas de impuestos. Esos ciudadanos, añaden las
mismas fuentes, ahora se sienten representados por el expresidente que,
cuando llegue el momento, pedirá el voto para el PP.
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