PARÍS.- Más de seis millones de personas padecen en Francia serias
dificultades para pagar las tarifas mensuales de electricidad y deben
limitar de manera drástica su consumo, según los resultados de un
estudio publicado esta semana.
La investigación, realizada por la empresa Wattgo, indica que el 11 por
ciento de franceses están en situación de fragilidad o sufren
reiterados cortes de electricidad debido al aumento constante de los
precios de este servicio y los bajos salarios o el desempleo.
En los últimos cinco años las tarifas crecieron en Francia en 20 por ciento y se prevé que de aquí al 2016 se incrementen en otros 30 puntos.
A ello habría que agregarle los aumentos decretados al Impuesto al Valor Agregado, que subió en 2011 y registrará otra alza en enero del año próximo como parte del plan de austeridad aplicado por el gobierno del presidente François Hollande.
Los datos señalan que las dificultades energéticas se asocian a otros problemas, como el creciente desempleo en el país o no poseer vivienda propia y alquilar un apartamento de bajo costo, generalmente en malas condiciones de conservación.
El Estado otorga la denominada tarifa social destinada a las personas más desfavorecidas, la cual es equivalente a una ayuda de unos nueve euros mensuales, a todas luces insuficientes para resolver la situación.
Francia genera más del 75 por ciento de la energía eléctrica consumida aquí por medio de la tecnología nuclear, supuestamente más barata y menos contaminante que el uso de otros recursos.
Con el pretexto del aumento en los costos de operación, la empresa Electricidad de Francia logró que el gobierno le autorice una revisión periódica de precios, lo cual impacta la calidad de vida de las personas con ingresos medios o bajos.
El alza constante de los servicios, así como de otros productos indispensables, será una de las denuncias que se realizarán durante las manifestaciones del 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
En los últimos cinco años las tarifas crecieron en Francia en 20 por ciento y se prevé que de aquí al 2016 se incrementen en otros 30 puntos.
A ello habría que agregarle los aumentos decretados al Impuesto al Valor Agregado, que subió en 2011 y registrará otra alza en enero del año próximo como parte del plan de austeridad aplicado por el gobierno del presidente François Hollande.
Los datos señalan que las dificultades energéticas se asocian a otros problemas, como el creciente desempleo en el país o no poseer vivienda propia y alquilar un apartamento de bajo costo, generalmente en malas condiciones de conservación.
El Estado otorga la denominada tarifa social destinada a las personas más desfavorecidas, la cual es equivalente a una ayuda de unos nueve euros mensuales, a todas luces insuficientes para resolver la situación.
Francia genera más del 75 por ciento de la energía eléctrica consumida aquí por medio de la tecnología nuclear, supuestamente más barata y menos contaminante que el uso de otros recursos.
Con el pretexto del aumento en los costos de operación, la empresa Electricidad de Francia logró que el gobierno le autorice una revisión periódica de precios, lo cual impacta la calidad de vida de las personas con ingresos medios o bajos.
El alza constante de los servicios, así como de otros productos indispensables, será una de las denuncias que se realizarán durante las manifestaciones del 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
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