ROMA.- El primer ministro italiano, Enrico Letta, ha
asegurado que no dará ningún "paso atrás" sobre el proyecto de ley que
ha presentado para la supresión de la financiación pública de los
partidos políticos.
"No daremos pasos atrás en la supresión de la financiación pública
de los partidos", ha asegurado Letta este martes en su cuenta de
Twitter. "El proyecto de ley que hemos presentado es una buena reforma.
¿Por qué bloquearlo?", ha subrayado.
Estas declaraciones tienen lugar el mismo día en el que la Cámara
de Diputados italiana da inicio a la votación de las enmiendas al texto.
Ayer lunes el Ejecutivo italiano decidió hacerse cargo de la situación
intentando cerrar filas y convocó por sorpresa una reunión de mayoría,
con el ministro de las Reformas Constitucionales Gaetano Quagliarello y
los portavoces de los partidos mayoritarios.
El objetivo de esta reunión es buscar una línea común, ya que en
caso contrario el primer ministro tendría ya listo el decreto ley, según
informa 'La Stampa'. Pero el problema para el Ejecutivo, según ha
explicado Quagliariello, es que no se puede "andar por las ramas".
"El Gobierno está disponible para la confrontación, pero no para
las calendas griegas", ha afirmado el ministro. De hecho, Letta ya ha
hecho saber que si no se desbloquea el punto muerto y no llega el primer
sí de la Cámara al proyecto, el Gobierno presentará un decreto ley
después de verano.
Algunos políticos han ironizado sobre este movimiento del
Ejecutivo italiano. El extesorero de Demócratas de Izquierda (DS), Ugo
Sposetti, ha afirmado que "cuando el Gobierno está en dificultades
desempolva el asunto de la abolición de la financiación pública, que es
un tema que gusta a la gente aunque no sea la respuesta a los
problemas".
Por el momento hay un total de 150 enmiendas al proyecto de ley,
presentadas por la coalición del Partido Democrático (PD), el Pueblo de
la Libertad (PDL) y Elección Cívica (SC). En la reunión de hoy se
buscará una mediación en las enmiendas compartidas, o el retiro de las
más controvertidas.
El Gobierno de coalición presidido por Letta propuso el pasado mes
de mayo esta ley, que sostiene la supresión gradual la financiación
estatal de los partidos políticos de aquí a 2017 para que sean los
ciudadanos particulares los que sufraguen la actividad de estos
organismos.
La popularidad de los partidos italianos se ha visto minada por
décadas de derroches y corrupción y los esfuerzos por tratar de acabar
con la financiación de los contribuyentes han gozado de un amplio
respaldo popular.
Esta era una de las propuestas clave del Movimiento Cinco
Estrellas, el grupo antisistema que lidera el cómico Beppe Grillo y que
obtuvo una cuarta parte de los votos en las elecciones de febrero y no
acepta ninguna aportación del Estado. Sin embargo, este partido no forma
parte de la coalición de gobierno.
En 1993, los italianos decidieron por abrumadora mayoría en
referéndum eliminar la financiación estatal de los partidos, pero el
resultado fue ignorado. La anterior fórmula de financiación directa fue
sustituida por generosos reembolsos de dinero a los partidos por los
gastos en las campañas electorales.
El proyecto de ley actual, que debe ser aprobado por ambas cámaras
del Parlamento, contempla que la actual financiación pública será
reducida un 40 por ciento en el primer año después de que se apruebe la
ley, el 50 por ciento el segundo y el 60 por ciento el tercero. El
cuarto año la financiación del Estado quedará completamente suprimida.
Cuando el nuevo sistema de financiación privada esté en vigor, los
ciudadanos que opten por hacer contribuciones a los partidos políticos
podrán deducírselas de su declaración de la renta.
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