VALENCIA.- La Fiscalía de Valencia ha presentado ante
el Juzgado de instrucción nº 21 un escrito en el que pide que se
reabran las diligencias por el accidente de metro ocurrido en Valencia
en 2006
--en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron
heridas-- al considerar que "existen hechos y datos nuevos y otros que
en su momento no se valoraron que pudieran afectar al estado de la
unidad siniestrada".
El organismo explica, en un comunicado,
que en dicho escrito insta también a que se deje sin efecto el auto que
en su día archivó las diligencias y que se reabra la investigación para
tomar en consideración esa nueva información.
La Fiscalía de
Valencia había iniciado la investigación de dos denuncias interpuestas,
la primera de ellas presentada por la diputada del PSPV en las Cortes
Valencianas, Ana Barceló, y otra por Antonio Marín Segovia, portavoz de
Cercle Obert de Benicalap y otra persona.
Ambas se presentaron
después de la emisión del programa de televisión 'Salvados', en el que,
entre otras cosas, se recogían testimonios en los que se afirmaba que
los trabajadores que declararon en la comisión de investigación de las
Cortes Valencianas sobre la tragedia recibieron instrucciones sobre lo
que debían decir.
Ahora, la Fiscalía advierte de que los hechos
"podrían ser constitutivos de 43 delitos de homicidio por imprudencia
profesional y 47 delitos de lesiones por imprudencia profesional, que no
estarían prescritos en atención a las penas que llevan aparejadas".
Los familiares de las víctimas conmemoraron el pasado 3 de julio el
séptimo aniversario de siniestro con el sentimiento --explicaron
entonces-- de estar "un poco menos solos" y también "esperanzados" en
que pueda haber justicia, pese al paso de los años.
"Se ha roto la losa del olvido", aseguraba la presidenta de la
Asociación de Víctimas del Metro, Beatriz Garrote, que recordaba con
pena lo ocurrido pero instaba a seguir mirando hacia adelante, "sin
dejar de luchar".
Sobre la actuación de la Fiscalía, la
portavoz reconocía que suponía "un respiro". "Estamos muy esperanzados
aunque con la máxima prudencia del mundo", puesto que la justicia "tiene
las limitaciones que tiene, y puede llegar hasta donde llega",
puntualizaba.
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