TÚNEZ.- Túnez celebró este martes el tercer aniversario de la
inmolación de un vendedor ambulante que desencadenó la oleada de
protestas conocidas como 'Primavera árabe', pero ante la persistencia de
las tensiones sociales y políticas, también será una jornada de
manifestaciones.
En Sidi Buzid, la ciudad donde Mohamed Buazizi se inmoló el 17 de
diciembre de 2010, harto de la pobreza y las actuaciones policiales,
estaba convocada una manifestación para denunciar la marginación
económica de esta región del centro-oeste del país.
Después de que muchas protestas degeneraran en violencia en los
últimos años, el jefe del Estado, Moncef Marzuki; el primer ministro,
Ali Larayedh; y el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente,
Mustapha Ben Jaafar, prefirieron no acudir a las ceremonias oficiales.
"Por cuestiones de seguridad, la inauguración (del festival) en
presencia de los tres presidentes ha sido anulada", dijo
Mohamed Jaleli, organizador de las celebraciones oficiales del Festival
internacional de la revolución del 17 de diciembre.
Durante las ceremonias del año pasado, algunos asistentes lanzaron piedras a los dirigentes tunecinos.
Desde el inicio de la mañana de este martes, los manifestantes habían
empezado a reunirse ante la sede del gobernador regional, donde se
inmoló Buazizi, una acción que desencadenó una oleada de protestas que
se saldaron con la caída del régimen de Zine El Abidine Ben Alí, el 14
de enero de 2011.
En los países de la región a los que se contagiaron estas
movilizaciones, la pobreza sigue siendo el principal motivo de
descontento. Túnez, además, es el país con la tasa más elevada de
desempleo, que alcanza a un 24,4% de la población activa y a un 57,1% de
los diplomados.
"Ninguno de los diferentes gobiernos de los últimos tres años ha
conseguido mejorar las condiciones económicas de los hombres y mujeres"
en el país, escribió con motivo del aniversario el diario La Presse.
En Túnez capital, tampoco había previstas grandes ceremonias, pero sí
que se habían convocado manifestaciones a través de internet.
Entre ellas estaba la de Ansar Asharia, un movimiento yihadista
prohibido al que se acusa de ataques contra las fuerzas tunecinas y del
asesinato de dos opositores este año.
Los islamistas del partido Ennahda, que llegaron al poder tras las
elecciones de octubre de 2011, son acusados a menudo de laxismo, o
incluso de complicidad, con los grupos yihadistas.
El aniversario de la revuelta llega, además, en un contexto político complejo.
Tras dos meses de negociaciones y a pesar del rechazo de una parte de
la oposición, el ministro de Industria, el independiente Mehdi Jomaa,
fue designado el sábado como sucesor de Ali Larayedh como primer
ministro.
Las negociaciones en las que se determinará el calendario de
formación del futuro gobierno tunecino comenzarán el viernes, y no el
miércoles, como se preveía inicialmente, anunció este martes el
sindicato UGTT.
El sábado, el partido islamista Ennahda, sus aliados y parte de la
oposición le encargaron formar un gobierno de personalidades
independientes, con el objetivo de sacar al país de una profunda crisis
política generada por el asesinato de un opositor en julio.
"Por petición de varios partidos políticos, ya que algunos están
ocupados con reuniones de sus burós ejecutivos, la reunión del miércoles
18 de diciembre fue postergada al viernes 20 de diciembre a las diez de
la mañana", indicó el sindicato, que apadrina las
negociaciones.
Las negociaciones deben fijar el calendario de la entrada en
funciones de Jomaa y de la dimisión del primer ministro actual, Ali
Larayedh, miembro de Ennahda.
Túnez está privado de instituciones sólidas a falta de un consenso sobre la Constitución.
Pero a pesar de la crisis política, del auge de los grupos yihadistas
y de los profundos problemas económicos y sociales, Túnez no se ha
hundido en la violencia y la represión, como otros países de la
'Primavera árabe'.
"Túnez es actualmente la experiencia más avanzada de (la 'Primavera
árabe'). Nada permite afirmar que se hunda realmente en la
inestabilidad", consideró François Burgat, del Instituto de
Investigación y de Estudios sobre el Mundo Árabe y Musulmán.
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