PARÍS.- El Frente de Izquierdas francés llamó este domingo a la
ciudadanía a defender una "revolución" fiscal, en una multitudinaria
manifestación que criticó la política impositiva gubernamental y su
intención de subir el IVA a partir del próximo enero.
Unos 100.000 manifestantes, de acuerdo con ese partido, y cerca de
7.000, según cifras oficiales difundidas por los medios, se congregaron
frente al Ministerio de Economía en París, tachado de "símbolo de una
política más favorable a las finanzas que a los asalariados y a la gran
masa de la población".
"Lejos de corregir las desigualdades, el sistema fiscal protege todos
los privilegios, agrava los abusos de las finanzas", dijo el líder de
esa agrupación, Jean-Luc Mélenchon, en el discurso con el que se
clausuró la protesta.
El objeto principal de las críticas, por ser considerado el "ejemplo
más escandaloso" de dicha política, es la subida del IVA que el
Ejecutivo prevé aplicar a partir de enero y que supondrá un incremento
del tipo general del 19,6 % al 20 % y del reducido del 7 al 10 %,
mientras que se mantendrá en el 5,5 % el súper-reducido.
"No a ese impuesto del antiguo régimen", señaló Mélenchon, que
propuso una reforma fiscal "hecha por el pueblo en la que todo el mundo
paga, pero cada uno lo hace de forma progresiva, en función de sus
posibilidades".
El Gobierno, con el incremento anunciado, prevé ingresar 6.000
millones de euros el próximo año y aliviar el coste del trabajo en unos
10.000 millones ese mismo periodo.
"El problema en nuestro país no es el coste del trabajo, sino el del
capital", criticó Mélenchon en su mitin, en el que subrayó que "el
enemigo no es el inmigrante, ni el funcionario, sino la finanza,
francesa y globalizada, que mancha y se aprovecha de todo lo que toca".
Pancartas con lemas como "No al alza del IVA, gravemos el capital",
animaron una manifestación organizada junto con el Partido Comunista
Francés (PCF) y desde la que se llamó al resto de agrupaciones de
izquierdas y a los sindicatos a convocar otra protesta en enero con la
que enviar "un nuevo mensaje fuerte" al Ejecutivo.
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, finaliza esta semana
sus consultas con sindicatos y patronal para cerrar la reforma, pero,
según denunció hoy en "Le Journal du Dimanche" el secretario general del
PCF, Pierre Laurent, esas negociaciones tienen lugar mientras su equipo
ya está escribiendo unos cambios que "no tienen nada que ver con la
demanda social".
El Gobierno anunció en noviembre que planea una reforma a partir "de
cero" del sistema impositivo y que prevé que el proyecto resultante
inicie su andadura legislativa en verano de 2014, con vistas a ser
aplicado a partir del año siguiente.
El hecho de que Ayrault planteara esos cambios, según Laurent, es "el
reconocimiento de un fracaso por parte de alguien que no hizo esa gran
reforma al llegar al Elíseo", por lo que la revolución fiscal que hoy se
reivindicó en París es, en su opinión, "más necesaria que nunca".
Esta marcha se suma a otras protestas realizadas este fin de semana,
como la que el sábado llevó a los camioneros a ralentizar el tráfico en
una quincena de regiones en contra de la "ecotasa", impuesto retrasado
al menos hasta enero de 2015 y que afectará a los camiones que circulen
por carreteras no sujetas a pago de peaje.
Pero el objetivo de esta nueva manifestación, según Mélenchon, no era
"batirse por un interés particular", sino defender el interés general y
dejar claro que "el país ya no soporta que todo el esfuerzo recaiga en
las clases más desfavorecidas".
En medio de un clima político tenso, casi ocho de cada diez franceses
ve segura o probable una "explosión social", según una encuesta del
instituto demoscópico Ifop difundida por el diario "Dimanche
Ouest-France".
"Nunca ese nivel de anticipación había sido tan alto", de acuerdo con
el sondeo, que se realizó entre el 22 y el 27 de noviembre y que
recuerda que esa sensación se situaba en el 64 por ciento en enero de
1998, en el 66 % en abril de 2009 y en el 70 % el pasado abril.
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