domingo, 26 de enero de 2014

Unas 2.000 personas protestan contra el Mundial en Sao Paulo

SAO PAULO.- Las primeras protestas del año contra el Mundial de fútbol llevaron el sábado a más de 2.000 manifestantes a las calles de la mayor ciudad de Brasil, mientras continúa en el país anfitrión la frustración por los costes de organizar el torneo.

Pese a todo, la manifestación en Sao Paulo se quedó bastante corta de las más de 20.000 personas que habían confirmado su participación en Facebook, reflejando la menor escala de las protestas recientes cuando se comparan a las ocurridas durante la Copa Confederaciones en junio del año pasado.
Durante este torneo, un ensayo para la Copa Mundial de junio de este año, más de un millón de brasileños se unieron a las protestas contra los deficientes servicios públicos y la corrupción política. El coste de los nuevos estadios indignaron a muchos manifestantes que exigen más inversión en transporte público, en la salud y en la educación.
Los políticos y los inversores están siguiendo de cerca la situación este año para ver si otra ola de protestas mancilla la imagen de la Copa Mundial o pesa en la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff hacia las elecciones de octubre.
Al atardecer, cerca del término de la manifestación mayormente pacífica en Sao Paulo, la televisión local registró actos aislados de vandalismo, incluyendo la rotura de escaparates de bancos, una patrulla golpeada y un auto incendiado.


En doce ciudades más

Doce ciudades brasileñas más, entre ellas Brasilia y Río de Janeiro, han sido escenario este sábado de protestas contra la celebración del Mundial de Fútbol que se celebrará este verano en el país. Las manifestaciones se han saldado con un total de 145 detenidos, de los cuales 128 se han producido en la ciudad de Sao Paulo.
   La protesta, convocada a través de la red social Facebook, se desarrolló de forma pacífica al comienzo entre cánticos de 'No va a haber Copa' del Mundo y 'Dilma, escucha, la Copa tendrá lucha', en alusión a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
   Secundada por algo más de 1.500 personas, la marcha ha discurrido por la avenida Paulista, una de las principales arterias de la ciudad y ha contado con la participación de representantes de la Asamblea Nacional de Estudiantes Libres y la Central Sindical y Popular.
   Un dispositivo de seguridad compuesto por 2.000 policías, en el terreno, y un helicóptero desde el aire, controlaban el transcurso de la protesta, que ha ido sumando manifestantes conforme se acercaba al centro de Sao Paulo, punto final.
   Los disturbios han estallado de repente entre un grupo de 40 manifestantes, ataviados con ropas negras --conocidos como 'bloques negros'--. Algunos viandantes han comenzado a correr, huyendo de los altercados, y se han refugiado en locales y supermercados, según ha informado el diario brasileño 'Folha do Sao Paulo'.
   Los radicales han arremetido contra entidades bancarias, un concesionario y un establecimiento de comida rápida. El momento de máxima tensión se ha vivido en el interior del hotel Linson, donde se han refugiado decenas de personas que huían de los disturbios y, con ellos, varios de los radicales.
   El gobernador de Sao Paulo, Gerald Alckmin, ha condenado la violencia y ha tachado a los manifestantes de "vándalos".
 "Como la inmensa mayoría de los brasileños de Sao Paulo, condeno con energía estos actos de violencia y vandalismo registrados esta noche", ha señalado Alckmin a través de su perfil en la red social Twitter.
   "Digo con alegría que esos vándalos no marchará un día que estaba colmado de celebración para esta ciudad valiente y orgullosa de sus valores", ha añadido en esta red social, donde la Policía ha revelado el número de detenidos.
   En Natal, quince personas han sido detenidas después de que un grupo de manifestantes intentara irrumpir en el estadio de Arena das Dunas, inaugurado esta semana por la presidenta brasileña. La Policía Militar ha protagonizado varios encontronazos con los participantes de la marcha.
   También ha habido detenciones en los altercados registrados en una protesta en la ciudad de Fortaleza, en el noreste del país. La marcha ha discurrido por una zona céntrica y turística. Los agentes antidisturbios han intervenido para dispersar la congregación. Dos personas han sido arrestadas por destrozos en el mobiliario urbano.
   En Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos en 2016, más de un centenar de personas han protestado contra la celebración del Mundial de Fútbol con lemas como 'Una Copa para quién'. Los asistentes a la protesta han cortado el tráfico en Copacabana y en la transitada avenida de Atlántica, con dirección a Ipanema.
   Como ya viene siendo habitual en estas marchas contra el Gobierno de Rousseff, algunos de sus  manifestantes iban disfrazados de personajes de ficción. También han habido cánticos contra el gobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral, y varios proyectos de infraestructuras planeados por las autoridades locales con motivo de estos eventos deportivos.
   Asimismo, cerca de 60 personas han salido a las calles de Brasilia donde había casi tres policías militares por manifestante. La protesta ha sido convocada por los movimientos contrarios a la celebración del Mundial de Fútbol, 'Copa para quién', y ha sido secundada por grupos de bloques negros.
   'La Copa más cara de la historia' son algunos de los eslóganes que han podido leerse en los carteles que blandían los manifestantes y algunos de ellos, ataviados con máscaras de Rousseff, han irrumpido en centros comerciales para continuar la protesta, un fenómeno de ostentación, conocido como 'rolezinho', cada vez más frecuente en Brasil y que suele concluir con altercados y detenidos.
   Por ello, varios centros comerciales, incluidos los dos más lujosos de Brasilia, habían cerrado sus puertas cuando la marcha a discurrido por la zona y varios contingentes de policías antidisturbios han permanecido apostados en las zonas de entrada de estos establecimientos.
   Otras 60 personas han participado en una protesta en la ciudad costera de Recife, en el noreste de Brasil, en medio de otro amplio dispositivo de seguridad organizado por la Policía Militar. En Curitiba, en el sur del país, un centenar de personas han salido a las calles más céntricas para protestar sin que se registraran altercados.
   Entretanto, en Manaos, la capital de Amazonas brasileño, más de 110 personas han protestado de forma pacífica contra la celebración del Mundial, así como en la ciudad de Goiania, en el centro de Brasil. En similares condiciones ha acontecido una protesta en Belo Horizonte, concurrida por medio centenar de personas.

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