BRUSELAS.- Los euroescépticos de extrema derecha
de Francia, Reino Unido, Holanda y Bélgica tienen mucho más en común que
su animosidad contra la Unión Europea o la oposición a la inmigración,
según mostró hoy un nuevo estudio.
Más que ser unos votantes con un único interés, el estudio
sugiere que los euroescépticos de extrema derecha comparten una serie de
valores y preocupaciones que podrían convertirlos en un significativo
bloque del Parlamento Europeo.
Las conclusiones señalan que si los partidos contrarios a la
UE, como el Frente Nacional francés o el británico UKIP, tienen buenos
resultados en las elecciones europeas de mayo, como se espera, tienen
una oportunidad de forjar una sólida alianza.
Hasta ahora, los analistas han tendido a argumentar que aunque que los partidos contra la UE pueden hacerlo bien, es improbable que encuentren un terreno común para convertirse en una fuerza política.
"Hay mucho más que asuntos particulares sobre inmigración o integración europea en el voto euroescéptico", dijo Martin Lampert, director de análisis de Motivaction International, que realizó el sondeo entre más de 10.000 personas. "Una vez que los partidos formen un frente conjunto, eso podría ser muy poderoso porque tienen una base de voto similar que está enraizada en valores similares. No es un asunto excepcional", dijo.
El sondeo preguntó a los euroescépticos de extrema derecha en Reino Unido, Francia, Bélgica y Holanda y los de izquierda de Italia.
Aunque todos comparten un cierto número de valores y preocupaciones, los de extrema derecha tienen una especial correlación de intereses, sin importar el país de origen.
En general, los euroescépticos estaban más inclinados a defender la tradición, organización y obediencia mas que los votantes que la media, aunque aceptaban que la gente con demasiada libertad tiende a abusar de ello y que el mundo está cambiando demasiado deprisa y a menudo.
Entre sus preocupaciones específicas, los euroescépticos están más preocupados por la inmigración, los delitos y la seguridad que la media, mientras que estaban menos preocupados por el empleo y el medio ambiente. También se oponen más a los altos salarios, los bonus y que los gobiernos rescaten bancos.
El Frente Nacional y el partido antiislámico PVV de Holanda ya han acordado formar un bloque después de las elecciones europeas, y probablemente tengan el apoyo de otros más partidos euroescépticos más pequeños.
La gran pregunta es si se unirá a ellos el UKIP, que se espera que sea primero o segundo en las elecciones europeas en Reino Unido.
El líder del UKIP, Nigel Farage, ha descartado la cooperación con Marine Le Pen o el líder del PVV, Geert Wilders, preocupado de que sus polémicas con la raza y la religión puedan mermar su marca de euroescepticismo.
Pero el sondeo dijo que podría reconsiderarlo, especialmente su es la única oportunidad para formar un bloque en el Parlamento Europeo, lo que aumentaría su influencia.
Un bloque debe tener al menos 25 escaños e incluye partidos de al menos siete países. Sin el UKIP, el Frente Nacional y el PVV pueden pasar apuros para alcanzar el nivel de los siete países.
Las elecciones de mayo podrían ver un aumento del apoyo de los partidos de la UE de izquierda y derecha, y algunas previsiones sugieren que alrededor de un cuarto de los 751 escaños irían a este tipo de partidos.
Los bloques tradicionales de centroizquierda, centroderecha, liberales y Verdes tendrán unos dos tercios de los escaños y tratarán de trabajar más estrechamente para asegurarse que vence una visión a favor de la UE.
Hasta ahora, los analistas han tendido a argumentar que aunque que los partidos contra la UE pueden hacerlo bien, es improbable que encuentren un terreno común para convertirse en una fuerza política.
"Hay mucho más que asuntos particulares sobre inmigración o integración europea en el voto euroescéptico", dijo Martin Lampert, director de análisis de Motivaction International, que realizó el sondeo entre más de 10.000 personas. "Una vez que los partidos formen un frente conjunto, eso podría ser muy poderoso porque tienen una base de voto similar que está enraizada en valores similares. No es un asunto excepcional", dijo.
El sondeo preguntó a los euroescépticos de extrema derecha en Reino Unido, Francia, Bélgica y Holanda y los de izquierda de Italia.
Aunque todos comparten un cierto número de valores y preocupaciones, los de extrema derecha tienen una especial correlación de intereses, sin importar el país de origen.
En general, los euroescépticos estaban más inclinados a defender la tradición, organización y obediencia mas que los votantes que la media, aunque aceptaban que la gente con demasiada libertad tiende a abusar de ello y que el mundo está cambiando demasiado deprisa y a menudo.
Entre sus preocupaciones específicas, los euroescépticos están más preocupados por la inmigración, los delitos y la seguridad que la media, mientras que estaban menos preocupados por el empleo y el medio ambiente. También se oponen más a los altos salarios, los bonus y que los gobiernos rescaten bancos.
El Frente Nacional y el partido antiislámico PVV de Holanda ya han acordado formar un bloque después de las elecciones europeas, y probablemente tengan el apoyo de otros más partidos euroescépticos más pequeños.
La gran pregunta es si se unirá a ellos el UKIP, que se espera que sea primero o segundo en las elecciones europeas en Reino Unido.
El líder del UKIP, Nigel Farage, ha descartado la cooperación con Marine Le Pen o el líder del PVV, Geert Wilders, preocupado de que sus polémicas con la raza y la religión puedan mermar su marca de euroescepticismo.
Pero el sondeo dijo que podría reconsiderarlo, especialmente su es la única oportunidad para formar un bloque en el Parlamento Europeo, lo que aumentaría su influencia.
Un bloque debe tener al menos 25 escaños e incluye partidos de al menos siete países. Sin el UKIP, el Frente Nacional y el PVV pueden pasar apuros para alcanzar el nivel de los siete países.
Las elecciones de mayo podrían ver un aumento del apoyo de los partidos de la UE de izquierda y derecha, y algunas previsiones sugieren que alrededor de un cuarto de los 751 escaños irían a este tipo de partidos.
Los bloques tradicionales de centroizquierda, centroderecha, liberales y Verdes tendrán unos dos tercios de los escaños y tratarán de trabajar más estrechamente para asegurarse que vence una visión a favor de la UE.
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