martes, 17 de junio de 2014

El efecto “Podemos” precipita la abdicación del rey cazador / Amadeo Martínez Inglés *

Pues sí, sí, amigos, ante la revolución progre española (en fase de crecimiento exponencial a día de hoy) destapada en las elecciones al parlamento europeo del pasado domingo 25 de mayo, con la consiguiente entrada en pánico de la derecha española capitaneada por el señor Pirro/Rajoy y el desencadenamiento de un proceso acelerado de autodestrucción controlada por parte del PSOE del residual Rubalcaba, el jueves 29 por la mañana y al grito visceral de “Que vienen los rojos”, el poder fáctico borbónico radicado en los entresijos familiares de La Zarzuela y en cuya cúpula subterránea militan personajes regios muy conocidos de la denominada “banda de los tres, “La Despechá”, “La Chupá” y “El Preparao”. He puesto sus alias para preservar su intimidad institucional seguro de que ustedes los ubicarán de inmediato

Éstos, asistidos por un pequeño círculo de neocortesanos de nuevo cuño, decidió, por mucho que el rey cazador venga ahora diciendo que lo tenía en su cartera desde enero pasado lo que es rotundamente falso y si no ahí está su apretada agenda viajera de las últimas semanas buscando una rehabilitación imposible ante el pueblo español, lanzarse al ataque, a una alocada huída hacia delante mediante un espectacular golpe de mano institucional (arriesgado, difícil, complicado y sin la adecuada preparación operativa) para colocar antes de que sea demasiado tarde (o sea, antes de que a finales del año que viene la derechona dictatorial y absolutista que en estos momentos masacra al país pierda su patente de corso pseudo democrática) en la Jefatura del Estado (a título de rey, naturalmente) al soso, antipático, elitista ni-ni regio que lleva años y años viviendo a cuerpo de rey, gratis total, a la vera de su cazador padre en La Zarzuela, pero ¡ojo! en palacio aparte (800 millones de las antiguas pesetas) pues es sabido que a los Borbones Dios (o el diablo) los cría como a todo hijo de vecino pero jamás, jamás, se juntan. Salvo para hacer barrabasadas históricas.    
          Pues sí, sí, asombrado lector, un golpe de mano institucional, borbónico, casi, casi, podríamos hablar de un golpe de Estado en toda regla pues trata de quitar a los ciudadanos su inalienable derecho de poder decidir en libertad, de poder elegir a la persona que tras casi cuarenta años de post franquismo coronado debe ocupar en el futuro la primera magistratura de la nación según las reglas democráticas vigentes en la mayoría de los regímenes políticos del mundo civilizado. 

Golpe de Estado que, además, se pretende cometer con la cooperación necesaria y fraudulenta de los dos partidos mayoritarios que se han repartido el poder en este país durante las tres últimas décadas (ahora en fase de autodestrucción acelerada carcomidos por la corrupción, el nepotismo, la prepotencia, la endogamia y el absoluto desprecio por la ciudadanía) y cuyos dirigentes no han dudado en unirse una vez más a espaldas del pueblo (ya lo hicieron recientemente para un cambio express de la Constitución en aras de intereses extranjeros) para que este régimen borbónico que llevamos años padeciendo e impuesto por un dictador genocida y sin escrúpulos, se retroalimente con la estúpida figura de un nuevo reyezuelo dedicado desde su tierna edad al dolce far niente y a la dolce vita.

          La que se avecina, amigos republicanos, porque esto no lo podemos permitir bajo ningún concepto y sea cual sea el sacrificio a que nos obligue el frenazo brutal a tamaño desafío. Nos han desafiado sí, y debemos reaccionar pronto, como ya empezamos a hacer, y de una forma continuada, sistemática, dura, coordinada, planificada, unitaria y con fe absoluta en la victoria final. El tiempo trabaja a nuestro favor si sabemos unirnos y trabajar juntos pues, y esto haría las delicias de cualquier estratega, el enemigo tiene fecha de caducidad y a corto/medio plazo, por imperativo legal y deseo expreso de millones de ciudadanos que aspiran al cambio político y social profundo, deberá arriar sus banderas y abandonar el campo de batalla en el que no va a dejar, eso lo debemos tener claro todos, piedra sobre piedra.

          Nuestra estrategia no puede ser otra que la lucha democrática conjunta y feroz y con dos frentes tácticos abiertos. Uno en el corto plazo: la movilización perenne en las calles, banderas tricolores al viento, con picos puntuales de concentraciones urbanas masivas en las principales ciudades del país y marchas que confluyan sobre Madrid en las fechas, todavía por determinar, en las que el contubernio apolítico y antisocial del PP-PSOE que no quiere dejar al pueblo que hable, quiera escenificar su órdago antidemocrático. Léase la todavía hipotética coronación o proclamación del nuevo y ridículo Borbón “Felipillo el Sexto”.

El otro frente a más largo plazo, con vistas a las elecciones del próximo año, debe llevarnos a la rápida construcción de Un Frente Amplio de Izquierdas, un Frente Democrático Progresista (huyo del término Popular que todavía asusta a determinados políticos “populares”) que arrase en la municipales, autonómicas y legislativas y arroje definitivamente al franquismo del poder.

Para vestir el muñeco de su descarado desprecio por el pueblo soberano, esta panda de franquistas, borbónicos y antidemócratas que se han unido para delinquir utilizando el Congreso y el Senado, van a utilizar el arma de la obsoleta Constitución del 78, un pseudo texto legal redactado por políticos franquistas a mediados de los años setenta del pasado siglo y autorizado y aún escrito (el artículo 8º.1 que habla de las misiones de las FAS fue puesto negro sobre blanco por la propia cúpula militar del momento) por los jerarcas castrenses franquistas que ostentaban al comienzo de la llamada transición el poder fáctico y real de un régimen dictatorial que aspiraba a perpetuarse con un rey a la carta en la poltrona de la Jefatura del Estado. Como realmente así sucedió. Para conseguirlo montaron el fraude o teatrillo del referéndum de aprobación de semejante Carta Magna, o mejor dicho Bodrio Magno, que el pueblo español, engañado y aturdido por la propaganda desde el poder y por el peligro cierto de una nueva intervención militar, no tendría mas remedio que aprobar. Y no tan mayoritariamente como se ha propalado todos estos años.

          Bueno, amigos, termino esta primera reflexión a vuela pluma sobre este último golpe borbónico que, arropado y asistido por unos políticos indignos y corruptos todavía en el poder aunque ya por poco tiempo, pretende seguir disfrutando de la corona regalada por Franco al presunto fratricida Juan Carlos I de Borbón en 1975, en el futuro sobre la cabeza de su heredero ¡heredero de qué, que se haga demócrata de verdad y se presente a las próximas elecciones! el soso e inexperto Felipillo VI. 

En todo este desaguisado de muchas aristas, ya iniciado pero con su almendra por venir, solo atisbo una cosa buena: El Borbón cazador, prepotente, dictador en la sombra, acabado físicamente por sus juergas y devaneos de todo tipo (un biógrafo suyo no autorizado ha llegado a adjudicarle hasta 1.500 receptoras femeninas de su semen azul, mayoritariamente por vía vaginal, y con fines exclusivamente orgásmicos no reproductivos) abdica, abandona. Y ya se sabe: “A enemigo que huye, puente de plata” Aunque en este caso (todo llegará como le llegó a su abuelo Alfonso el Trece) el puente debería terminar en el Juzgado de Guardia más cercano a su finca palaciega. O a la de su vástago heredero. O a la que disfrutó durante años su amiga entrañable del alma, su asesora estratégica Corinna.
    
(*) Militar con el grado de coronel, escritor e historiador.

http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/index.php/monarquia/casa-irreal/9876-golpe-de-mano-borbonico

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