Pues sí, sí, amigos, ante la revolución progre española (en
fase de crecimiento exponencial a día de hoy) destapada en las
elecciones al parlamento europeo del pasado domingo 25 de mayo, con la
consiguiente entrada en pánico de la derecha española capitaneada por el
señor Pirro/Rajoy y el desencadenamiento de un proceso acelerado de
autodestrucción controlada por parte del PSOE del residual Rubalcaba, el
jueves 29 por la mañana y al grito visceral de “Que vienen los rojos”,
el poder fáctico borbónico radicado en los entresijos familiares de La
Zarzuela y en cuya cúpula subterránea militan personajes regios muy
conocidos de la denominada “banda de los tres, “La Despechá”, “La Chupá” y “El Preparao”. He puesto sus alias para preservar su intimidad institucional seguro de que ustedes los ubicarán de inmediato
Éstos, asistidos por un pequeño círculo de neocortesanos de
nuevo cuño, decidió, por mucho que el rey cazador venga ahora diciendo
que lo tenía en su cartera desde enero pasado lo que es rotundamente
falso y si no ahí está su apretada agenda viajera de las últimas semanas
buscando una rehabilitación imposible ante el pueblo español, lanzarse
al ataque, a una alocada huída hacia delante mediante un espectacular
golpe de mano institucional (arriesgado, difícil, complicado y sin la
adecuada preparación operativa) para colocar antes de que sea demasiado
tarde (o sea, antes de que a finales del año que viene la derechona
dictatorial y absolutista que en estos momentos masacra al país pierda
su patente de corso pseudo democrática) en la Jefatura del Estado (a
título de rey, naturalmente) al soso, antipático, elitista ni-ni regio
que lleva años y años viviendo a cuerpo de rey, gratis total, a la vera
de su cazador padre en La Zarzuela, pero ¡ojo! en palacio aparte (800
millones de las antiguas pesetas) pues es sabido que a los Borbones Dios
(o el diablo) los cría como a todo hijo de vecino pero jamás, jamás, se
juntan. Salvo para hacer barrabasadas históricas.
Pues sí, sí, asombrado lector, un golpe de mano
institucional, borbónico, casi, casi, podríamos hablar de un golpe de
Estado en toda regla pues trata de quitar a los ciudadanos su
inalienable derecho de poder decidir en libertad, de poder elegir a la
persona que tras casi cuarenta años de post franquismo coronado debe
ocupar en el futuro la primera magistratura de la nación según las
reglas democráticas vigentes en la mayoría de los regímenes políticos
del mundo civilizado.
Golpe de Estado que, además, se pretende cometer
con la cooperación necesaria y fraudulenta de los dos partidos
mayoritarios que se han repartido el poder en este país durante las tres
últimas décadas (ahora en fase de autodestrucción acelerada carcomidos
por la corrupción, el nepotismo, la prepotencia, la endogamia y el
absoluto desprecio por la ciudadanía) y cuyos dirigentes no han dudado
en unirse una vez más a espaldas del pueblo (ya lo hicieron
recientemente para un cambio express de la Constitución en aras de
intereses extranjeros) para que este régimen borbónico que llevamos años
padeciendo e impuesto por un dictador genocida y sin escrúpulos, se
retroalimente con la estúpida figura de un nuevo reyezuelo dedicado
desde su tierna edad al dolce far niente y a la dolce vita.
La que se avecina, amigos republicanos, porque esto
no lo podemos permitir bajo ningún concepto y sea cual sea el sacrificio
a que nos obligue el frenazo brutal a tamaño desafío. Nos han desafiado
sí, y debemos reaccionar pronto, como ya empezamos a hacer, y de una forma continuada, sistemática, dura, coordinada,
planificada, unitaria y con fe absoluta en la victoria final. El tiempo
trabaja a nuestro favor si sabemos unirnos y trabajar juntos pues, y
esto haría las delicias de cualquier estratega, el enemigo tiene fecha
de caducidad y a corto/medio plazo, por imperativo legal y deseo expreso
de millones de ciudadanos que aspiran al cambio político y social
profundo, deberá arriar sus banderas y abandonar el campo de batalla en
el que no va a dejar, eso lo debemos tener claro todos, piedra sobre
piedra.
Nuestra estrategia no puede ser otra que la lucha
democrática conjunta y feroz y con dos frentes tácticos abiertos. Uno en
el corto plazo: la movilización perenne en las calles, banderas
tricolores al viento, con picos puntuales de concentraciones urbanas
masivas en las principales ciudades del país y marchas que confluyan
sobre Madrid en las fechas, todavía por determinar, en las que el
contubernio apolítico y antisocial del PP-PSOE que no quiere dejar al
pueblo que hable, quiera escenificar su órdago antidemocrático. Léase la
todavía hipotética coronación o proclamación del nuevo y ridículo
Borbón “Felipillo el Sexto”.
El otro frente a más largo plazo, con vistas a las elecciones
del próximo año, debe llevarnos a la rápida construcción de Un Frente
Amplio de Izquierdas, un Frente Democrático Progresista (huyo del
término Popular que todavía asusta a determinados políticos “populares”)
que arrase en la municipales, autonómicas y legislativas y arroje
definitivamente al franquismo del poder.
Para vestir el muñeco de su descarado desprecio por el pueblo
soberano, esta panda de franquistas, borbónicos y antidemócratas que se
han unido para delinquir utilizando el Congreso y el Senado, van a
utilizar el arma de la obsoleta Constitución del 78, un pseudo texto
legal redactado por políticos franquistas a mediados de los años setenta
del pasado siglo y autorizado y aún escrito (el artículo 8º.1 que habla
de las misiones de las FAS fue puesto negro sobre blanco por la propia
cúpula militar del momento) por los jerarcas castrenses franquistas que
ostentaban al comienzo de la llamada transición el poder fáctico y real
de un régimen dictatorial que aspiraba a perpetuarse con un rey a la
carta en la poltrona de la Jefatura del Estado. Como realmente así
sucedió. Para conseguirlo montaron el fraude o teatrillo del referéndum
de aprobación de semejante Carta Magna, o mejor dicho Bodrio Magno, que
el pueblo español, engañado y aturdido por la propaganda desde el poder y
por el peligro cierto de una nueva intervención militar, no tendría mas
remedio que aprobar. Y no tan mayoritariamente como se ha propalado
todos estos años.
Bueno, amigos, termino esta primera reflexión a vuela
pluma sobre este último golpe borbónico que, arropado y asistido por
unos políticos indignos y corruptos todavía en el poder aunque ya por
poco tiempo, pretende seguir disfrutando de la corona regalada por
Franco al presunto fratricida Juan Carlos I de Borbón en 1975, en el
futuro sobre la cabeza de su heredero ¡heredero de qué, que se haga
demócrata de verdad y se presente a las próximas elecciones! el soso e
inexperto Felipillo VI.
En todo este desaguisado de muchas aristas, ya
iniciado pero con su almendra por venir, solo atisbo una cosa buena: El
Borbón cazador, prepotente, dictador en la sombra, acabado físicamente
por sus juergas y devaneos de todo tipo (un biógrafo suyo no autorizado
ha llegado a adjudicarle hasta 1.500 receptoras femeninas de su semen
azul, mayoritariamente por vía vaginal, y con fines exclusivamente
orgásmicos no reproductivos) abdica, abandona. Y ya se
sabe: “A enemigo que huye, puente de plata” Aunque en este caso (todo
llegará como le llegó a su abuelo Alfonso el Trece) el puente debería
terminar en el Juzgado de Guardia más cercano a su finca palaciega. O a
la de su vástago heredero. O a la que disfrutó durante años su amiga
entrañable del alma, su asesora estratégica Corinna.
(*) Militar con el grado de coronel, escritor e historiador.
http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/index.php/monarquia/casa-irreal/9876-golpe-de-mano-borbonico
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