MADRID.- Elpidio José Silva ha asegurado hoy que es "absolutamente inocente"
de las acusaciones de prevaricación que le atribuye la Fiscalía por
investigar al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y lamenta que se
haya "inventado un personaje" a su alrededor para poder sentarle en el
banquillo de los acusados.
En su turno de última palabra en el juicio que comenzó el pasado
lunes contra él, Silva ha destacado que durante su vida profesional se
ha "comportado como un funcionario público" y ha defendido que tiene un
"curriculum que corresponde a un esfuerzo grande".
Para el juez ahora en excedencia, la actuación que tuvo en el "caso
Blesa "no ha sido sometida a criterio jurídico" y ha acusado al abogado
del exbanquero, Carlos Aguilar, de aprovechar la vista, que arrancó el
pasado lunes, para "difamarle" asegurando que ha sido objeto de varios
expedientes por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
"Cuando no hay de donde se pueda tirar, uno se inventa un personaje",
ha manifestado Silva, que ha reconocido que pudo estar "equivocado"
cuando decidió aparecer en los medios de comunicación, pero fue para
defenderse "de gente como ese letrado, que no actúa con dignidad".
"Me considero absolutamente inocente de todas las imputaciones y
espero que se tome en consideración el informe de mi abogado", ha
concluido el magistrado, que ha usado un tono más sosegado que en el
anterior juicio celebrado en abril, que tuvo que suspenderse tras la
recusación de una de las magistradas que le iba juzgar.
Durante su exposición de conclusiones finales, su abogado, Gonzalo Boyé, ha pedido la absolución de su cliente.
"Están construyendo un personaje monstruoso y ese monstruo tiene que
cometer una prevaricación tras otra, pero hasta que no toca a Blesa no
se acuerdan del monstruo. ¿Estaba durmiendo el monstruo?", se ha
preguntado para añadir a continuación: "la realidad es que lo
necesitamos condenar para salvar a Blesa".
Ha pedido al tribunal deducir testimonio a Blesa por un falso
testimonio durante su testifical del pasado miércoles y también al
fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, en su caso para que se le investigue
por estafa procesal e impedir el ejercicio de derechos fundamentales.
En su opinión, el fiscal pudo cometerlos al abrir diligencias de
investigación en connivencia con Blesa sin haberlo puesto en
conocimiento de su defendido y sin haberle llamado a declarar antes de
haber interpuesto la querella contra él, que dio origen a este juicio.
Ha negado la afirmación de las acusaciones de que la única intención
de su defendido era encarcelar a Blesa, pues se negó a ello la primera
vez que compareció ante el, el 5 de diciembre de 2012.
Otra prueba que desmiente esta acusación, ha añadido, es la de que
inicialmente, en febrero de 2010, optó por archivar la denuncia contra
Blesa y Gerardo Díaz Ferrán de Manos Limpias y, cuando la reabrió más de
dos años después, decidió inhibirse a favor de la Audiencia Nacional,
que lo rechazó.
Además, ha arremetido contra los funcionarios que testificaron ayer y
que hablaron de la "caótica" forma de trabajar del juez y de su
"fijación con el caso Blesa", que le llevó a tratarles con "prepotencia"
cuando cuestionaban algunas de sus decisiones o a acusarles de haber
sido "comprados" por el exbanquero, lo que les llevó a "tomar Lexatin".
"Esto, señoría, es Fuenteovejuna, todos a una", ha subrayado el
letrado, que ha sugerido que los trabajadores del Juzgado que hasta hace
poco ocupaba Silva "tienen interés en su condena para que no vuelva".
Asimismo, ha puntualizado que algunos de los asuntos que se
cuestionan de su cliente fueron fruto de una "concatenación de errores",
pero cometidos no por su cliente, sino por algunos de estos
funcionarios.
"Lo dejamos en errores para no preguntarnos realmente de dónde salieron", ha zanjado.
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