Si sólo los Pujol han logrado robar mil ochocientos millones
de euros. Sí, nada mas y nada menos que mil ochocientos millones de
euros, habrá que calcular cuanto habrán robado los demás cargos
políticos que durante años han permitido que su jefe, su presidet, su
líder, se llevara tamaña fortuna. Y si extrapolamos el caso Pujol al
resto de España, pues tres cuartos de lo mismo.
Cuantos
miles de millones se llevan en comisiones los políticos que gobiernan. Y
cuantos de esos miles de millones están en paraísos fiscales, a buen
recaudo, fuera del control del fisco español, sin pagar impuestos que
soporte sanidad, educación, y demás gastos generales del estado español.
Porque por cada millón que se evade hay cien parados que lo pasan mal. Esa es la realidad.
Como
es la realidad que durante años, precisamente de gobierno socialista,
los fiscales tenían prohibido iniciar acciones contra los catalanes que
se llevaban el tres por ciento de comisión. Hasta el ex-fiscal Villarejo
lo acaba de anunciar. El gobierno de Felipe González le prohibió que
iniciara acciones contra Pujol y contra todos los corruptos catalanes.
A
lo mejor ya va siendo hora de que alguien inicie acciones por
prevaricación a los que ordenaron que se mirara para otro lado. Porque
mirar para otro lado es un delito muy grave. Y alguien, aparte de
denunciarlo públicamente, debería iniciar las acciones judiciales
correspondientes para lavar la imagen de España. No puede ser que este
sea un país que sus gobernantes tapan la corrupción con tal de tener paz
social. O porque no les conviene tirar de la manta. Tienen miedo de que
les salpique.
Y es
que esto no puede quedar así. Que ahora le convenga a Rajoy sacar el
viejo expediente de robos para frenar a los separatistas catalanes no es
de recibo. Desde el mismo momento que el gobierno tiene conocimiento de
algún acto ilegal por parte de miembros de otro gobierno regional, lo
que corresponde es dar instrucciones al fiscal general de Estado para
que los persiga. No como han hecho hasta ahora, que las instrucciones
eran mirar para otro lado, no se mosquearan los ladrones...
(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com
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