MADRID.- La primera semana de julio de 2010 el entonces senador José Antonio Monago
disfrutó de un crucero por las islas griegas en compañía de su novia,
Olga Henao Cárdenas. Aunque lo habitual en las Cortes es que ya ese mes
sea inhábil, varios senadores del PP -en la oposición durante el segundo
gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE)- forzaron alargar la
actividad de la Cámara Alta ese segundo mes de verano.
Monago fue uno de
los más vehementes pero llegado el 4 de julio su ausencia era evidente.
Hasta el día 11 no se le volvió a ver. La misteriosa desaparición causó un gran revuelo entre la prensa extremeña,
extrañada de que su senador por designación de la Asamblea no asistiera
a las sesiones plenarias. Entonces no se supo pero ahora se sabe que
fue para irse de vacaiones con su novia canaria.
El misterio se
convirtió en polémica cuando se descubrió que el popular se había
saltado dos plenos para irse de viaje. El PP se vio obligado a hacer un
comunicado excusando a su líder: "Habiendo informado a quién debía
informar en su grupo en el Senado se ha tomado unos días de vacaciones
en esta semana por la imposibilidad de poder descansar en las semanas
siguientes, ya que durante julio y agosto su actividad política
continuará".
"Como cualquier trabajador", seguía la nota, "Monago
tiene derecho a vacaciones y los tiempos los tiene que marcar él junto
con sus compañeros del Senado para poder establecer cuáles son los
períodos de descanso de una manera coordinada".
A su regreso, como
hizo el viernes en una multitudinaria rueda de prensa, el actual
presidente de la Junta de Extremadura pidió disculpas. "Puede haber sido un error",
dijo a su regreso. "Con humildad todo se aprende, y de esto también he
aprendido; yo no voy a acusar a nadie, no voy a intentar justificar
nada, esos han sido los hechos".
En julio de 2010 ya hacía más de
un año que Monago y Olga Henao mantenían una relación sentimental. Ahora
se sabe que utilizó los billetes de avión que las Cortes pone a
disposición de los parlamentarios a fin de facilitar su labor para
viajar a Tenerife, donde reside la mejicana. Lo hizo hasta en 32
ocasiones, lo que suma un coste cercano a los 10.000 euros.
El
noviazgo estaba entonces consolidado y el crucero tenía lugar en el
ecuador de una legislatura en la que el actual presidente extremeño
estaba en la oposición y durante la que, según aseguró hace dos días, no
hizo otra cosa que "trabajar y trabajar".
Esos
años transcurrieron, aseguró, "siempre viajando, siempre trabajando",
por lo que le sería "muy difícil" presentar "una justificación de cada
movimiento" que hizo entre 2008 y 2011. "Ha habido viajes a Canarias, a
Bruselas, a Cataluña, al País Vasco y a muchos otros lugares y he ido
siempre a trabajar honestamente", subrayó.
A
su regreso del crucero la excusa, ante quienes le pidieron
explicaciones públicas, fue política, aseguró que había ido a las islas
griegas para "meditar" sobre los comicios municipales y autonómicos de
mayo 2011. Henao explicó que se trató de un regalo que ella hizo a
su pareja.
Monago sostuvo que "necesitaba" irse unos días y
despejarse para "pensar, reflexionar sobre la estrategia de las listas
electorales, sobre proyectos de futuro".
"En ocasiones, día a día, con la intensidad del trabajo",
dijo a la prensa "esa labor de reflexión" es complicada. Además explicó
que el motivo de abrir ese "paréntesis" en julio era continuar
trabajando durante todo el mes de agosto. E ironizó que le hubiera sido
más rentable "estar 30 días de permiso en agosto que siete días en
julio".
Entre los puntos del orden del día en el Senado para esa
semana de vacaciones por el mar Egeo, según recuerda Público.es, estaba
la aprobación del derecho a prestación para los autónomos que cesan en
su actividad o el estudio de los dictámenes sobre el proyecto de ley
para la cesión de tributos del Estado a las comunidades autónomas.
Extremadura también iba a verse beneficiada.
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