LISBOA.- El eurodiputado y líder de Podemos, el español Pablo Iglesias,
interpretó los ataques a su formación como fruto del "miedo que los
poderosos tienen al pueblo" y reivindicó que es el "momento de la
audacia" política y de mostrar "orgullo. No va a venir ningún banco,
ninguna agencia de calificación a robarme lo mío porque estoy orgulloso
de ser del sur, de ser español, de ser portugués", manifestó Iglesias,
en un aplaudido discurso.
Iglesias (Madrid, 1978) participó en el mitin internacional "Unidos
contra la Austeridad", organizada por el marxista Bloque de Izquierda
(BE, por su siglas en portugués), que celebró su novena convención para
elegir a su líder.
El eurodiputado se ayudó de varias comparaciones para ilustrar lo que
representa Podemos contra los poderes establecidos en Europa y usó
metáforas con el portugués Cristiano Ronaldo marcando un gol a Alemania o
con la poción mágica de la que sirvió Asterix y Obelix contra los
opresores romanos. "Que siendo portugués, no queremos ser una colonia de
Alemania (...) Que siendo español, no queremos servir cafés a los
turistas ricos del norte", manifestó Iglesias, quien realizó metáforas
de cuño futbolístico.
Para ilustrar ese "orgullo" de los pueblos del sur puso como ejemplo
un gol de Ronaldo, capitán de la selección de Portugal, ante la Alemania
de Angela Merkel, interpretado como un "un grito" contra las
imposiciones de la austeridad.
Sin detallar planes de su programa, lanzó duras críticas a la clase
dirigente, y reivindicó el nuevo papel de una izquierda sin dogmatismo
ni banderas, que hable al pueblo de una forma que se entienda.
Utilizó otro símil, el de los gatos negros, a los que identificó con
los dirigentes de los grandes partidos tradicionales, contra los
ratones, a los que asemejó al pueblo. "Ningún partido político de gatos
soluciona los problemas de los ratones, y luego, desde los medios nos
dicen: 'populista'", exhortó Iglesias.
Desgranó que la "poción mágica" de Podemos existe y tiene cinco
ingredientes, entre los que citó acabar con el pesimismo, ir con ánimo
de "ganar el partido", ser audaz en un momento histórico único y ser
laico entendiendo que "la izquierda no puede ser una religión".
Agradeció a los portugueses su aportación a la lucha cívica
rememorando una de las banderas de la revolución del 25 de abril de
1974. "Gracias por ayudar a sintetizar frases que dan miedo a los
poderosos 'el pueblo es el que más ordena'", añadió.
Pablo Iglesias aludió también a una de las últimas polémicas en las
que se ha visto envuelto, la no comparecencia de una entrevista en el
canal de televisión Tele 5. "Os voy a contar un secreto. Es que me ha
costado unos cuantos insultos estar aquí, precisamente porque he venido a
Portugal me han dicho que no doy la cara, porque he suspendido una
entrevista que no he podido hacer", señaló Iglesias, quien añadió: "Que
me perdone Tele-5, pero prefería estar aquí con vosotros". "Hay algunos
que están muy nerviosos, nos insultan, mienten difaman, les revienta que
no seamos como ellos", denunció el eurodiputado, quien aseveró que hay
detectives privados y periodistas que investigan, incluso en la basura,
para ver "si encuentran algo".
Ante cerca de un millar de asistentes, el líder de Podemos estuvo
acompañado de Marisa Matías, eurodiputada del BE, el irlandés Trevor Ó
Clochartaig, del Sinn Fein, el representante del Syriza griego, Giorgos
Karatsioubanis, y de la dirigente del BE, Catarina Martins.
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