MADRID.- La proclamación de Felipe VI trajo como consecuencia el paso a
segundo plano del rey Juan Carlos. El despacho de trabajo en La Zarzuela
cambió también de monarca. Y don Juan Carlos tomó entonces una
decisión: trasladar su despacho al Palacio Real.
Lo ha hecho por deseo
expreso, para continuar con sus labores en un entorno en el que pueda
recibir a autoridades sin inmiscuirse en las funciones que antes tenía
pero que ahora corresponden a su hijo Felipe VI. Para mantenerse en ese
segundo plano en el que desea y está tras su abdicación.
Una decisión que fue calificada como sensata por la Casa del Rey y
que ahora se hace efectiva de manera plena. En el Palacio Real se han
habilitado cuatro estancias: despacho, antedespacho, sala de espera y
vestíbulo.
Según Patrimonio Nacional, no ha sido necesario realizar
ninguna inversión por su parte. Los 21.760,94 euros gastados en
acondicionamiento de los espacios han salido de recursos propios.
Don Juan Carlos compartirá palacio con los más de un millón trescientos mil visitantes que cada año lo visitan.
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