MADRID/BUENOS AIRES.- El cantautor argentino residente en España, Alberto Cortez, de hondos sentimientos, preocupado por cuestiones sociales pero fundamentalmente, el poeta de las cosas sencillas,
ha fallecido este jueves a los 79 años de edad, según han confirmado
fuentes de la Sociedad General de Autores de España (SGAE). Cortez, que nació en la provincia argentina de La Pampa en 1940, es
autor, entre otras composiciones, de temas como ‘En un rincón del alma’,
‘Cuando un amigo se va’, ‘Callejero’, ‘Mi árbol y yo’, ‘A partir de
mañana’, ‘Te llegará una rosa’ o ‘Castillos en el aire’.
Cortez ha fallecido a las 15.00 en Madrid, donde residía en la exclusiva urbanización Montepríncipe, debido
a una insuficiencia cardiaca debido a las complicaciones de unas úlceras gástricas, según han confirmado fuentes de su
entorno.
Al final, murió tras permanecer internado dos semanas. Sufrió una hemorragia gástrica y el cuadro empeoró ayer miércoles por la noche cuando había sido trasladado a planta normal para su recuperación.
El estado de salud de Alberto Cortez se vio mermado por una obstrucción en una arteria en 1996 y debido a las secuelas de un derrame cerebral no pudo volver a tocar la guitarra. En los últimos años, aunque espaciadas sus actuaciones fundamentalmente por su salud, estas siguieron.
Al final, murió tras permanecer internado dos semanas. Sufrió una hemorragia gástrica y el cuadro empeoró ayer miércoles por la noche cuando había sido trasladado a planta normal para su recuperación.
El estado de salud de Alberto Cortez se vio mermado por una obstrucción en una arteria en 1996 y debido a las secuelas de un derrame cerebral no pudo volver a tocar la guitarra. En los últimos años, aunque espaciadas sus actuaciones fundamentalmente por su salud, estas siguieron.
Cortez fue ingresado de urgencia el pasado 27 de marzo en el Hospital Puerta del Sur, en la localidad madrileña de Móstoles, cerca
de su domicilio y se vio obligado a cancelar varios conciertos en
Latinoamérica, según informaron los productores de los espectáculos.
Desde su ingreso hospitalario, el cantante, que residía en España desde 1964, ha estado acompañado en el hospital por su esposa, la belga Renata Govaerts, con quien llevaba casado 55 años.
Desde su ingreso hospitalario, el cantante, que residía en España desde 1964, ha estado acompañado en el hospital por su esposa, la belga Renata Govaerts, con quien llevaba casado 55 años.
La capilla ardiente del músico será instalada en la sede de la SGAE, en la madrileña calle de Fernando VI, mañana viernes entre las 17.00 y las 21.00.
Una sobrina del cantautor argentino Alberto Cortez, aseguró esta tarde en Buenos Aires que la familia seguirá "los deseos" del
artista, por lo que su cuerpo será incinerado y que en unos días se
oficiará una misa en su pueblo natal, Rancul.
"Seguiremos los deseos de mi tío. El pedido de él era que lo
cremaran. Posiblemente con el tiempo lo traigamos aquí a Rancul",
aseguró Jimena, sobrina del cantante cuyo nombre real era José Alberto
García Gallo.
Además la familia confirmó que en los próximos días se oficiará una
misa en su memoria en Rancul, el pueblo de 3.000 habitantes donde Cortez
nació hace 79 años y que hoy tiene su bandera a media asta como señal
de duelo.
Los familiares prefirieron no hacer comentarios y se remitieron a
las "canciones" de Cortez como el "homenaje" que desean hacerle.
El dolor por la pérdida es compartido por la familia y los habitantes
del pueblo, que vivieron hoy la noticia como "un golpe terrible".
"Ha sido un golpe terrible para todos aquellos que lo admiramos, y lo
vamos a admirar de por vida a Alberto", aseguró Walter David
García, vecino de Rancul y amigo de la familia del artista, quien
recuerda con orgullo y satisfacción que tuvo "la posibilidad de verlo,
de estar con él varias veces, de compartir".
Uno de los recuerdos que guarda con mayor aprecio data de 2008,
cuando Cortez "brindó su música y su espectáculo" para homenajear el
centenario del pueblo, en una noche que fue "inolvidable para todos".
De su forma de ser, García destacó lo "fuerte" de su personalidad y la "tranquilidad" de su caminar.
"Era una excelente persona, con una personalidad muy fuerte, una voz
insuperable y una persona de un andar tranquilo. Los recuerdos realmente
son imborrables", concluyó.
Alberto Cortez
ha sido conocido por abordar en sus canciones las cosas simples de la
vida. Fue gran amigo del cantautor Facundo Cabral, con quien se
presentaba en cantando temas como No soy de aquí ni soy de allá y Cuando un amigo se va. También compartió escenarios con María Dolores Pradera.
Cortez es autor y cantante de grandes éxitos de la música latinoamericana como En un rincón del alma, Callejero, Mi árbol y yo, A partir de mañana, Te llegará una rosa, Castillos en el aire, o El abuelo, entre otros.
Deja algunas de las canciones más icónicas de la música latinoamericana,
muchas de ellas versionadas por otros artistas y en las que el amor y el elogio a la amistad son temas recurrentes. Hasta doscientas treinta y dos canciones recoge su catálogo.
Nació en Rancul, La Pampa, en 1940, y publicó su primer disco en
1961, grabado en Amberes. Poseía cuatro Discos de Oro y cuatro Heraldos
de Oro y la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.
Cantaba desde que,
con seis años, su madre le llevara al conservatorio de su localidad
natal. Tenía doce años cuando empezó a escribir canciones. Una
de las primeras, recordaba, fue «Un cigarrillo, la lluvia y tú».
Su vida le llevó a Buenos Aires en 1958 para estudiar en la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales, aunque allí continuó cantando con su
guitarra en locales nocturnos y fue contratado por la banda de jazz "San
Francisco", trabajo que alternó con otras actuaciones con la orquesta
de Armando Pontier.
Viajó a Bélgica con 20 años en una gira con la
"Argentine International ballet and show", y aunque no tuvo éxito,
Cortez fue invitado por un productor a grabar un disco en solitario,
"Mr. Sucu Sucu".
En 1965, un año después de instalarse en España,
participó en el Festival de Palma de Mallorca con la canción "Me lo dijo
Pérez", que más adelante fue interpretada y promocionada por cantantes
como Karina, Mochi o Los Tres Sudamericanos.
El Teatro de la Zarzuela de Madrid significó un cambio en su carrera
ya que en 1967 ofreció un recital de canciones de Yupanqui, Dávalos y
algunos poemas de Pablo Neruda musicalizados.
En los ochenta, consolidada su carrera musical, realizó diversas
giras por Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, México y EEUU. En Nueva York tuvo la oportunidad de cantar en
el célebre Carnegie Hall.
En 1992 celebró sus 25 años como cantante con concierto en el Teatro
Colón de Buenos Aires y dos años después presentó un espectáculo con su
amigo Facundo Cabral llamado Lo Cortez no quita lo Cabral,
una puesta en escena que recorrió México, España y Argentina.
El estado
de salud de Alberto Cortez se vio mermado por una obstrucción en una
arteria en 1996 y debido a las secuelas no pudo volver a tocar la
guitarra.
Pero en 1998 lanzó un disco de recopilación de sus 70 mejores canciones, Cortez al desnudo donde
están algunos de sus títulos más conocidos como "Las palmeras", "El
vagabundo", "Renato", "Prima donna", "Mi amigo Manuel".
Sus canciones "Cuando
un amigo se va", "Alfonsina y el mar" y "Gracias a la vida", fueron
consideradas en Chile como las tres mejores canciones en castellano del
siglo XX.
Con "En un rincón del alma", Cortez celebró en 2001 sus cuarenta años
en España y en 2004 editó "Alberto Cortez Sinfónico", grabado en
directo con la Orquesta Sinfónica de Houston.
En 2005 lanzó un nuevo trabajo discográfico titulado Identidad,
con el que realizó una gira por España. Ese mismo año realizó un
histórico concierto en el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos
Aires.
En 2011, publica Tener en cuenta y a principios de marzo
de 2012 regresa a los escenarios españoles con el espectáculo "Alberto
Cortez en estado puro", con el cual también viaja a Estados Unidos.
Después de retirarse de los escenarios durante tres años, vuelve al
Teatro Nuevo Apolo de Madrid en abril del 2016 con un recital que forma
parte de una gira a la que había titulado "El retorno".
Nominado al Grammy Latino 2011 por Tener en cuenta, el artista se consideraba más poeta o letrista que músico y escribió
varios libros de poemas recopilando aquellos temas que no llegaron a
ser canciones: "Equipaje", "Soy un ser humano" y "Almacén de almas".
Además, durante su trayectoria ha colaborado con artistas como María
Dolores Pradera, con quien grabó a dúo la canción "En un rincón del
alma", o Serrat, para quien puso música para sendos poemas de Miguel
Hernández o Antonio Machado.
«Cantar, qué cosa tan sencilla, ¿verdad? -escribió
Cortez en una ocasión- Cualquiera puede hacerlo, en cualquier momento y
en cualquier lugar. Es verdad, cualquiera puede cantar, pero no
cualquiera puede cantar bien».
"Canto porque no tengo otro remedio", declararía hace solo cinco años sobre
su resistencia a la jubilación. "Me río una y otra vez porque son tantas
las veces que me han matado que, ya ven, lo han hecho tan mal que aquí
sigo muy vivo, y sin retirarme", ironizaba el músico, quien en su última
etapa también reprochaba a la industria discográfica que se desentendiera de "los viejos carrozas".
Alguien tuvo
la idea de convertirle en el nuevo «latin lover» de Hollywood. «El
precio que le exigen tiene que ver con la moral y rechaza la oferta», se
asegura en la biografía de su página web.
Volvió a Argentina en 1970 tras diez años de ausencia, pero el fracaso le hizo prometerse que no volvería a cantar allí.
No cumplió la promesa, naturalmente, y desde 1978 volvería a su país
natal en varias ocasiones para cantar en escenarios como el Luna Park o
el Teatro Colón (que se abrió con él a la música popular).
«Amo Madrid como si hubiese nacido en su seno -escribió-.
Tanto como si por arte de magia fuera yo un sobreviviente, héroe del
dos de mayo, es decir, gato gato, o fuera yo el Pichi o el Felipe de mi
vida».
"Que la muerte me llegue afinando la guitarra"
"Las
compañías prescinden de los no vendedores de discos. Y en España,
generalmente, la prensa no me tiene en cuenta", decía en 2011, con una
carcajada, al diario bonarense Clarín.
"Soy
de alguna forma, pionero en la cantautoría. Y no lo digo para colgarme
medallas. Llegué a ese país, me metí en la música francesa, en el
momento en que en España la mentalidad era de una mediocridad absoluta".
Se oponía a la "intrascendencia" de gran
parte de la música actual y convirtió en una máxima de su carrera que
esta disciplina era un vehículo para "acercar la poesía al pueblo..., de donde nunca debió salir", añadía.
"No
es que yo sea maravilloso, pero al menos quisiera que me tuvieran en
cuenta cuando se recuerdan las raíces", lanzaba a modo de queja ante Clarín. "Las compañías discográficas empezaron a hacerme a un lado".
Cortez opinaba así en Clarín.
"Es desolador el panorama. Pero es así. Ahora van por los chicos
guapos. Las discográficas se preocupan sólo por la cosa física".
Siempre
rendía pleitesía a Renata, la mujer belga que lo acompañaba a toda
hora. "Estamos muy enamorados. Y yo estoy muy bien luego de la operación
de carótida de 1996 que casi me lleva al otro lado.. Eso sí, perdí la
sensibilidad de la mano izquierda".
Sobre la muerte, Alberto Cortez decía: "El día que venga la señora de blanco, me gustaría que llegara como llegó a Yupanqui: afinando la guitarra para un recital".
Y remataba: "Ya no me pongo metas. Sólo amar y amar a mi mujer, con quien llevamos 55 años de casados".
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