JERUSALÉN.- Más de 450.000 personas según estimaciones iniciales, han salido a las calles de las principales ciudades israelíes para denunciar el alto coste de la vida en Israel. Según los organizadores, puede pasar a la historia por ser la mayor protesta social de la historia del país.
"Parece como si fuera un segundo Día de la Independencia", ha señalado uno de los líderes de la marcha, Yonatan Levy, desde Tel Aviv. "La gente está bailando en círculos, gritando juntos", ha precisado. En una de las pancartas exhibidas en la manifestación se podía leer "una generación entera quiere un futuro" mientras que una de las consignas reivindicaba: "el pueblo quiere justicia social".
En Tel Aviv, epicentro de la protesta, se han congregado unas 300.000 personas en torno a la plaza Kikar Hamedina y a la ciudad sigue llegando gente, como la procedente de la cercana localidad de Ramat Gan. La marcha de manifestantes por la carretera ha obligado a cortar el tráfico rodado.
"Esta noche la sociedad se dividirá en el viejo modelo israelí que acepta cómo están las cosas y en un nuevo tipo que se unirá a nosotros para impulsar un cambio", ha proclamado el presidente del Sindicato Nacional de Estudiantes, Itzik Shmuli, durante su intervención ante los congregados, según recogen los medios israelíes.
En Jerusalén decenas de miles de manifestantes marchan hacia la sede del primer ministro, Benjamin Netanyahu, mientras que en Haifa hay congregadas unas 40.000 personas, 15.000 en Kfar Yehoshua y 12.000 en Afula.
Los líderes de la protesta, conocida como la Marcha del Millón, han calificado esta manifestación como "el momento de la verdad", y han instado a Netanyahu, a que realice reformas económicas. Sin embargo, Netanyahu ha advertido de que no puede satisfacer todas las demandas de los manifestantes, entre las que se encuentra, el recorte de los impuestos y la ampliación de la educación gratuita.
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