ROMA.- La Liga Norte italiana sufrió otro revés a su prestigio el lunes cuando el hijo de su carismático fundador se convirtió en la última víctima de un escándalo en aumento sobre la utilización irregular de los fondos que recibía.
Renzo Bossi, de 24 años, dimitió como miembro del consejo de la región de Lombardía cuatro días después de que su padre Umberto, de 70, dejara de estar al frente del partido. Ambas dimisiones llegan en plena investigación por parte de magistrados de Milán sobre una supuesta malversación de los fondos públicos recibidos por el partido para las campañas electorales.
Renzo Bossi, que estaba considerado como el aparente heredero para dirigir un partido que ha sido clave en la gobernabilidad del país en los últimos años, fue uno de los beneficiarios de un generoso fondo gestionado por el antiguo tesorero de la Lega, según han publicado medios.
Los magistrados sospechan que la estancia de Renzo en una universidad privada de Reino Unido también fue sufragada con fondos del partido y que se le dio acceso a uno de los dos vehículos oficiales para uso privado.
Los fiscales ya han presentado cargos contra el ex tesorero, Francesco Belsito, y otros dos altos cargos. Belsito está acusado de desviar los fondos del partido para pagar gastos personales de la familia Bossi, como viajes, cenas, tasas universitarias, estancia en hoteles, coches caros y reformas en el hogar de los Bossi.
Aunque ni Umberto ni Renzo están siendo investigados formalmente aún, argumentando el difícil momento por el que pasa el partido, Renzo Bossi dijo: "Dimito, sin que nadie me lo haya pedido (...) Doy ejemplo, estoy sereno y tengo fe en la magistratura".
Algunos miembros de a pie de la Lega habían previsto reunirse este mismo mes para pedir su expulsión, acusándole de beneficiarse de nepotismo.
La Lega, que ahora está en la oposición al gobierno tecnócrata del primer ministro, Mario Monti, fue un socio clave en las coaliciones de centroderecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Otra dirigente implicada en el escándalo es la vicepresidenta del Senado Rosy Mauro. Varios partidos de centroizquierda han pedido su dimisión porque los jueces sospechan que algunos de los fondos del partido fueron desviados para su uso personal, como en gastos médicos y educativos.
El escándalo ha conmocionado los cimientos de este partido separatista y contrario a la inmigración. Conocido por su lema "Roma Ladrona", durante más de 20 años criticó la gestión de los gobiernos centrales y lo que calificó de despilfarro en el sur de los ingresos procedentes del norte. Desde que ha estallado, en la capital italiana han aparecido carteles de "Lega Ladrona".
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