BRUSELAS.- Los ciudadanos europeos podrán presentar a partir de este domingo 1 de abril las denominadas Iniciativas Ciudadanas Europeas creadas en virtud del Tratado de Lisboa para poder reclamar a la Unión Europea que presente legislaciones de su interés en ámbitos de competencia comunitaria. Las iniciativas deberán estar respaldadas por un millón de firmas de ciudadanos de al menos siete Estados miembros.
"Esta medida constituye un refuerzo sin precedentes de la democracia participativa y una potente herramienta en manos de los ciudadanos para determinar la agenda. Espero que también fomente el desarrollo de un auténtico demos europeo en la medida en que los ciudadanos se pondrán de acuerdo a nivel europeo para debatir cuestiones que son importantes para ellos", ha explicado el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Relaciones Interinstitucionales y Administración, Maros Sefcovic, que ha reconocido sentir "gran curiosidad por ver qué ideas van a presentar los ciudadanos".
Para poder registrar una Iniciativa Ciudadana Europea a partir de este domingo en la web de la Comisión Europea, los ciudadanos deberán crear antes un Comité de Coordinación compuesto por al menos siete personas residentes en siete Estados miembros diferentes. Los Comités deberán elegir a un representante y un sustituye, que será el encargado de gestionar y defender la iniciativa.
La Comisión Europea aceptará o rechazará cualquier iniciativa que se presente "en el momento del registro" tras comprobar si "cumple los criterios", de manera que sólo se comenzarán a recoger las firmas necesarias para respaldar las iniciativas una vez que sea aceptada a trámite, ha explicado el portavoz del Ejecutivo comunitario, Antonio Gravili.
Bruselas anticipa en todo caso que sólo "un número limitado" de iniciativas ciudadanas serán rechazadas. "Aquellas que sean manifiestamente abusivas, frívolas, ofensivas, contrarias a los valores europeos o estén fuera de la competencia de la Comisión", ha explicado el portavoz comunitaria, que ha dejado claro que "si existe la mínima duda, la registraremos".
Una vez registrada la iniciativa, los ciudadanos tendrán un año para recabar las firmas necesarias y las declaraciones de apoyo necesarias que deberán ser certificados por las autoridades competentes de los Estaos miembros. Cualquier persona en edad de votar en las elecciones al Parlamento Europeo puede apoyar con su firma una iniciativa.
A partir de ahí, la Comisión Europea dispondrá de un plazo de tres meses para estudiar la iniciativa y decidir cómo procede. Para ello, mantendrá reuniones con los organizadores de la iniciativa para detallar las peticiones concretas y éstos a su vez tendrán la oportunidad de presentarla en una audiencia pública en el Parlamento Europeo.
El Ejecutivo comunitario presentará con posterioridad una propuesta donde explicará sus conclusiones y las medidas que prevea adoptar, pero en ningún caso garantiza que presentará una propuesta legislativa concreta. "Tras la recogida del millón de firmas, la Comisión Europea retiene la capacidad de iniciativa", ha explicado el portavoz comunitario, que ha insistido en que ello dependerá de aspectos como "si realmente está en el interés de la mayoría, es proporcional y respeta la subsidiariedad".
Bruselas no analizará a los ciudadanos individuales que están detrás de la iniciativa, pero sí exigirá información sobre la financiación de la iniciativa. Las organizaciones no podrán organizar las iniciativas, aunque sí podrán apoyarlas, en un intento por limitar las posibles presiones de los lobbies. En todo caso, revisarán en 2015 los resultados de las iniciativas para "extraer las lecciones y ver si hacen falta cambios".
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