BARCELONA.- El medio centenar de 'indignados' que se querellaron contra el
conseller de Interior, Felip Puig, y otros cargos policiales por el
desalojo de la acampada de plaza Catalunya, de Barcelona, el 27 de mayo de
2011, han reclamado este domingo que se reabra la investigación del
caso y han pedido poder declarar como testimonios, justo cuando se
cumple un año de los hechos.
En declaraciones a los medios, uno de los miembros del colectivo
'som27m' que agrupa a los querellantes, Guillermo Rojo, ha lamentado que
el juez archivara la causa abierta contra el director de los Mossos
d'Esquadra, Manel Prat, y la exteniente de alcalde de Barcelona Assumpta
Escarp a raíz de la querella, y que ninguno de las 56 personas que
presentaron la querella fueran llamadas a declarar.
"Es importantísimo reabrir el caso, no renunciamos a que Puig vaya
al banquillo acusados", ha asegurado, y ha pedido que se exijan
responsabilidades al conseller y responsables policiales del desalojo.
Por ahora, los querellantes están a la espera de que se resuelva
un recurso que han interpuesto contra el cierre de la causa, que Rojo ha
justificado al decir que "la investigación no ha llegado al fin de los
hechos", ya que según él no se han visionado gran parte de las pruebas
presentadas.
Preguntado por si hay que cambiar algo en las actuaciones
policiales, Rojo ha reclamado que los Mossos d'Esquadra vayan
identificados y que dejen de usar pelotas de goma: "Hay posibilidades de
renunciar a ellas y de hacer otro tipo de intervenciones. No es un
problema legal ni técnico, sino de voluntad política y aquí hay una
posición enrocada, radical y antisistema de Puig".
El colectivo ha realizado un acto reivindicativo con una treintena
de personas en la plaza Catalunya, en el que han leído un manifiesto
que censura que el "asedio policial en manifestaciones pacíficas con
humillaciones y provocaciones es la norma", y han organizado un espacio
donde los ciudadanos pueden expresar su opinión sobre los hechos.
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