MADRID.- El himno de España en su versión reducida ha sido recibido con una
monumental pitada por parte de los aficionados del FC Barcelona y el
Athletic de Bilbao en el estadio Vicente Calderón donde se disputa la
final de la Copa del Rey.El himno nacional sonó apenas unos
veinte segundos ya que el protocolo establece la versión reducida cuando
se trata de un acto presidido por los Príncipes de Asturias y no por su
majestad el Rey.
Como estaba previsto, las notas del himno
recibieron la 'respuesta' de las dos hinchadas, que emitieron su
protesta como hace tres años en el estadio de Mestalla, en un momento
previo donde también hubo cánticos contra la presidenta de la Comunidad
de Madrid, Esperanza Aguirre.
Así, en el momento de la salida
de ambos finalistas, la pitada comenzó a tomar forma e, incluso, pareció
que el momento en que iba a sonar el himno se retrasaba a la espera de
que el ánimo se calmase. Fueron momentos donde los aficionados
azulgranas entonaron cánticos de 'Independencia'.
Poco después
empezaron a sonar las notas del himno nacional, totalmente tapado por
los silbidos de las dos hinchadas, que dejaron en nada el intento de la
Real Federación Española de Fútbol de poner una potente megafonía de
100.000 vatios que no pudo con la protesta de ambos bandos y que había
mostrado su potencia en las actuaciones musicales precedentes de Carlos
Jean, Lax'n'Busto y Fito y Fitipaldis.
Hay que recordar que en
la final de 2009, las dos aficiones sí lograron silenciar las notas del
himno, lo que provocó que el año pasado, por la presencia en la final
ante el Real Madrid de la hinchada 'culé', se pusiese una megafonía
atronadora para que prevaleciese la música.
Las protestas
fueron continuas durante los momentos previos al encuentro, sobre todo
cuando el 'speaker' del Vicente Calderón decía 'la Copa de Su Majestad
el Rey', momento aprovechado para silbar de forma continuada.
Igualmente, no se olvidaron de Esperanza Aguirre, que a inicios de la
semana había pedido que el partido se jugase a puerta cerrada y en otro
escenario si se pitaba al himno.
De todos modos, la protesta se
limitó a estos momentos. La previa discurrió con el buen ambiente
festivo y sin salirse de lo deportivo, y en cuanto el himno, más corto
incluso de lo previsto, dejó de sonar ambas aficiones se dedicaron a
animar a sus respectivos equipos.
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