WASHINGTON.- Los cambios políticos alumbrados por la primavera árabe en el Norte de África y Oriente Medio, así como la apertura democrática del Gobierno de Myanmar, antigua Birmania, son los principales hitos que se destacan en el Informe sobre Derechos Humanos
que cada año publica el Gobierno de Estados Unidos. En su presentación,
la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha destacado la importancia
que las manifestaciones protagonizadas por los ciudadanos de los países
de esas zonas han tenido para el afianzamiento de las libertades
públicas y los derechos civiles, pero ha alertado, a su vez, de lo mucho
que queda por hacer, no solo en esos Estados sino en otros como Irán,
Corea del Norte o China.
“El mundo ha cambiado enormemente a lo largo de 2011. Los ciudadanos
se han puesto en pie para demandar más respeto por la dignidad humana,
más oportunidades económicas, más libertades políticas y mayor capacidad
para decidir sobre su propio futuro”, ha dicho Clinton. Tras poner como
ejemplo la transición democrática en Túnez, o las elecciones que se están celebrando estos días en Egipto,
la secretaria de Estado ha llamado la atención sobre la fragilidad y la
incertidumbre que suelen acompañar a las revoluciones políticas y
sociales. “Crear una sociedad civil fuerte y un clima en el que se
asiente la libertad de expresión y una cultura de transparencia política
conlleva su tiempo y el camino muchas veces es inestable”, ha
advertido a 'El País', de Madrid.
Además de los avances en el respeto a las libertades fundamentales de países como Túnez, Libia,
Egipto o Myanmar, Clinton también ha destacado los esfuerzos de Zambia
–“que ha celebrado unas elecciones libres y creíbles”- y Colombia.
Sobre el país suramericano, la responsable de la política exterior de
EE UU y su subsecretario de Derechos Humanos, Michael Posner, han
destacado los esfuerzos del Gobierno para enfrentarse a “décadas de
violencia política” y asentar las bases para “acabar con la impunidad y
el acoso a activistas, líderes sindicales, periodistas y profesores” y
poner fin a los “asesinatos extrajudiciales”.
El informe destaca varios países en los que el respeto por los
derechos humanos es prácticamente inexistente. En concreto, se citan los
casos de Siria, Corea del Norte, Uzbekistán, Turkmenistán, Bielorusia, China e Irán. El estudio sobre el país persa
presenta un escenario desolador en relación con la defensa de las
libertades por parte de su Gobierno. “Adopta medidas brutales contra
toda forma de disidencia [….] arresta, tortura y persigue a los
manifestantes [….] ha condenado a muerte sin juicio justo a cientos de
personas…”.
El estudio, como ha enfatizado Clinton, “aborda la defensa de los
derechos humanos en el nuevo escenario del siglo XXI”. En este sentido,
se hace especial hincapié en el respeto a las minorías étnicas y
religiosas, pero también a la discriminación hacia las mujeres y los
gais, lesbianas y transexuales, así como a las dificultades o la
prohibición para acceder a Internet o a la consideración por parte de
los Gobiernos con el trabajo de las ONG.
Respecto a los países del Continente Americano, además del caso
colombiano, el informe destaca los problemas de Cuba, Venezuela, México,
Honduras y Nicaragua.
Respecto de este último Estado, se censura que las “irregularidades del
proceso electoral han marcado una marcha atrás en su democracia y ha
menoscabado a sus ciudadanos la posibilidad de controlar la labor de su
Gobierno”.
De Cuba
se resalta la “sistemática represión de los derechos civiles y las
libertades fundamentales” y la intimidación por parte del Gobierno de
grupos opositores, “en particular el de las ‘Damas de Blanco”. El
documento destaca el incremento de la tasa de asesinatos en Honduras y
el problema de la violencia generada por el narcotráfico, el mismo reto
al que deben enfrentarse las autoridades mexicanas. La lucha contra los
cárteles representa el mayor desafío a los derechos humanos del país
norteamericano, según el informe.
Sobre Venezuela, se alerta acerca de la concentración de poder en manos
del presidente Hugo Chávez en el último año y su control de los medios
de comunicación.
La actuación contra el 15-M, en el informe sobre España
El
Informe sobre Derechos Humanos del Gobierno de Estados Unidos, en su
apartado dedicado a España –el estudio analiza la situación de las
libertades fundamentales en más de 200 países-, identifica como “los
problemas más significativos el uso excesivo de la fuerza” por parte de
los Cuerpos de Seguridad contra manifestantes del 15-M, “las concesiones
limitadas de asilo a inmigrantes indocumentados” y “la detención de inmigrantes únicamente por su perfil ético y racial”.
En las
18 páginas del informe sobre España, se destaca la demanda que 56
integrantes del 15-M interpusieron contra el consejero de Interior de la
Generalitat de Cataluña por el uso indiscriminado de la fuerza durante
las manifestaciones del 27 de mayo en Barcelona o la violencia con que
se empleó la policía en Madrid durante las protestas frente al
Ministerio del Interior y en la Puerta del Sol en agosto de 2011.
El
estudio destaca que a lo largo de 2011 se registraron “denuncias
aisladas por casos de corrupción política”, la mayoría, sostiene,
centrados en Gobiernos locales y provinciales. Se alude también al
ascenso de votos de “políticos conocidos por sus duras declaraciones en
contra de la inmigración” en Cataluña tras las elecciones municipales de
mayo del año pasado. Citan el caso de alcalde popular de Badalona,
Xavier García Albiol, o el proceso del que salió absuelto Josep Anglada,
presidente del partido xenófobo Plataforma per Catalunya.
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