MILÁN.- El Papa ha invitado con fuerza a los jóvenes a "tender a ideales
altos y ser santos", ya que "la santidad es la vida normal del
cristiano, la cual no está reservada a pocos elegidos, sino abierta a
todos".
Así se ha expresado el Santo Padre durante
el encuentro realizado en el estadio Giuseppe Meazza de San Siro en el
que se ha reunido con los jóvenes que este año han recibido o recibirán
el sacramento de la confirmación en la archidiócesis de Milán.
Después de presidir la celebración de la Hora Media en el Duomo de
Milán, Benedicto XVI se ha dirigido al estadio de fútbol en el que ha
resaltado a los jóvenes que "los protagonistas eran ellos" así como ha
agradecido a los sacerdotes, catequistas, educadores, padrinos y a todos
los que han sido "compañeros de viaje y han testimoniado la fe en Jesús
resucitado y vivo".
El Pontífice ha recordado "el espectáculo del espíritu" que ha
sido el itinerario formativo que recibieron los jóvenes para "reconocer
las cosas estupendas que el Espíritu Santo ha hecho en su vida", así
como para descubrir "el valor del bautismo, puerta de entrada de la vida
cristiana".
En esta línea, el Papa ha evocado su bautismo, que fue "una gracia
inmensa", ya que desde aquél momento "renacidos del agua y del Espíritu
Santo, han entrado a formar parte de la familia de hijos de Dios, se
han convertido en cristianos, miembros de la Iglesia".
Así, ha recordado a los jóvenes que han recibido el bautismo
gracias a que sus "padres junto a los padrinos, a nombre de ellos han
profesado el credo y se han comprometido a educarles en la fe", pero que
ahora, que ya han crecido, pueden decir "vuestro sí a Dios, un sí libre
y consciente", porque el sacramento de la confirmación confirma el
bautismo.
En este sentido, el sacramento de la confirmación "difunde sobre
ellos con abundancia el Espíritu Santo" y que ahora "llenos de
agradecimiento, tienen la posibilidad de acoger sus dones que los
ayudarán, en el camino de la vida, a convertirse en testigos fieles y
valientes de Jesús" porque los dones del Espíritu son "realidades
estupendas que les permiten formarse como cristianos, vivir el Evangelio
y de ser miembros activos de la comunidad".
El Papa ha señalado que "toda la vida cristiana es un camino, como
recorrer un camino sobre un monte en compañía de Jesús" y esta amistad
con él se alimenta con la Eucaristía, por lo que los ha invitado a
"participar siempre con alegría y fidelidad a la Misa dominical", así
como realizar "oración personal cada día" para aprender a dialogar con
el Señor y "confiar las alegrías y las preocupaciones y pedir luz y
apoyo en su camino".
Además, el Pontífice ha recordado los oratorios de las parroquias
que son "lugares donde se reza, también donde se reúnen en la alegría de
la fe, se hace la catequesis, se juega y se organizan actividades de
servicio", por lo que ha exhortado a los jóvenes a frecuentar
asiduamente su oratorio "para madurar cada vez más en el conocimiento y
en el seguimiento del Señor".
Además, el Papa ha propuesto a los jóvenes a ser en familia
"obedientes a los padres, escuchar las indicaciones que reciben para
crecer como Jesús 'en sabiduría, edad y gracia frente a Dios y los
hombres".
Asimismo, Benedicto XVI los ha invitado a "no ser perezosos, sino
jóvenes comprometidos, en particular en el estudio, porque es su deber
cotidiano y una gran oportunidad que tienen para crecer" y a ser
"disponibles y generosos hacia los otros, venciendo la tentación de
meterse al centro de sí mismos, porque el egoísmo es el enemigo de la
alegría".
También el Papa ha señalado que "el Señor cada día, también hoy,
llama a cosas grandes" por lo que los ha invitado a "estar abiertos a lo
que sugiere y si llama a seguirlo en la vida del sacerdocio o de la
vida consagrada", no decirle que no" ya que "Jesús llenará el corazón
para toda la vida".
No hay comentarios:
Publicar un comentario