JERUSALÉN.- Al menos 85 personas han sido detenidas en el
transcurso de las protestas registradas en Tel Aviv, donde miles de
manifestantes han salido a la calle para pedir que el Gobierno israelí
profundice su programa de reformas sociales y para protestar por la
detención y presunta agresión de una activista el pasado viernes.
La manifestación, conformada por unas 1.500 personas
congregadas en diferentes puntos de Tel Aviv, degeneró rápidamente en
violencia, según el informe policial. "Bloquearon las calles y
destrozaron las ventanas de cinco bancos. Hasta las 02.00 de la mañana
han sido arrestadas unas 85 personas", según informó el portavoz de la
Policía israelí, Micky Rosenfeld.
Los activistas han acusado a la Policía de abuso de fuerza en
el transcurso de la operación para dispersar a los manifestantes, algo
que las fuerzas de seguridad han negado categóricamente. "Los problemas
comenzaron cuando los manifestantes se lanzaron a la calle y comenzaron a
tirar piedras a la Policía", declaró al 'Yedioth Aharonoth' el
comandante Yoram Ohayon.
"Han cruzado todos los límites posibles. No me puedo creer que
esto haya pasado en Israel", añadió el oficial de Policía. Otra fuente
consultada por el rotativo hebreo entiende que los manifestantes
recurrieron a la violencia con total premeditación para ganar
notoriedad.
"Esto estaba planeado. Sus últimas acciones han recibido muy
poca atención y se han dado cuenta de que la violencia se ha convertido
en su único recurso para salir en los titulares", explicó esta fuente,
bajo el anonimato.
Pero uno de los líderes de la manifestación, Stav Shaffir,
aseguró que las intenciones de sus compañeros eran completamente
inofensivas. "Nos oponemos a toda expresión de violencia y destrucción
de la propidad", declaró Shaffir en un comunicado recogido por el
'Jerusalem Post'. "El Gobierno y su líder (el primer ministro, Benjamin
Netanyahu) están intentando deslegitimar la mayor protesta social en la
historia del país", concluyó.
Estas protestas son una prolongación de las masivas y
pacíficas sentadas protagonizadas el año pasado por centenares de miles
de personas en una campaña sin precedentes para mejorar, entre otros
aspectos, el sistema de seguridad social y de acceso a la vivienda.
Esta campaña obligó en su momento a Netanyahu a crear de un
grupo de expertos liderado por el economista Manuel Trajtenberg, que
recomendó al Ejecutivo que aumentara el gasto social y redujera el
presupuesto de Defensa.
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