MANAMA.- Activistas bahreiníes han denunciado que el hijo del monarca del país, Hamad bin Isa al Jalifa,
Nasser bin Hamad al Jalifa ha participado en los actos de tortura
cometidos contra ellos cuando se encontraban en prisión tras ser
detenidos por sus actividades de protesta contra el Ejecutivo.
Entre el 22 de mayo y el 19 de junio de este año, la Corte de
Apelaciones, presidida por Adnan al Shamsi, escuchó los testimonios de
trece importantes activistas que fueron encarcelados por participar en
las protestas pro democráticas en el país y acusados de "intentar
derrocar el régimen".
Durante dichas sesiones, los activistas detallaron los actos de
tortura cometidos contra ellos para forzar confesiones y nombraron a los
responsables de dichos actos, entre los que se encuentra Nassen bin
Hamad, según ha informado el Centro para los Derechos Humanos de Bahréin
(BCHR).
El 5 de junio, el clérigo y activista bahreiní Abdulá al Mahrus,
afirmó que el hijo del monarca le torturó y golpeó en el edificio de la
Agencia de Seguridad Nacional (NSA). "Le vi con mis propios ojos cuando
me golpeó en la cara con su mano y con una manguera al tiempo que me
gritaba y me decía: '¿Quién eres y por qué quieres derribar el régimen?
Te enterraremos y nunca volverán a saber de ti ni de tus seguidores'",
dijo.
"El director de la NSA, Jalifa bin Abdulá al Jalifa, y su banda me
torturaron, les vi con mis propios ojos en el edificio varias veces
durante las torturas", agregó Al Mahrus.
Días después, Mohamed Habib al Meqdad --que tiene doble
nacionalidad sueco-bahreiní-- facilitó ante el tribunal los nombres de
seis personas responsables de actos de torturas contra él, entre los que
también se encuentra Nasser bin Hamad. "El segundo día de mi detención,
específicamente el 2 de abril de 2011, en la prisión del fuerte --en
referencia a la sede del Ministerio de Interior--, controlada por la
NSA, me vendaron los ojos y me esposaron durante el interrogatorio y
vino (Nasser bin Hamad) y me preguntó si le conocía", relató.
"Dije que no, porque tenía los ojos vendados, y me respondió que
'nada nos separaba salvo una pared durante la manifestación frente al
palacio (real de) Safriya', tras lo que me repitió la pregunta, a la que
volví a responder negativamente porque no esperaba que un miembro de la
familia real fuera a estar entre los torturadores", añadió Al Meqdad.
"'El príncipe Nasser te habla. La historia está apunto de
empezar', me contó, antes de preguntarme qué coreaba durante la
manifestación ante el palacio. 'Dijiste: abajo, abajo, ¿abajo con qué?',
me preguntó, y cuando le dije que gritábamos 'Abajo con Al Jalifa'
empezó a torturarme y patearme en el lado derecho de la cabeza", indicó
Al Meqdad.
"Me caí varias veces al suelo. Siguió pegándome y pidió al
torturador que se uniera a él. Cuando me caía me hacían ponerme de pie y
me seguían pegando hasta me caí y pude ver con mis propios ojos que era
Nasser bin Hamad quien me estaba torturando y pidiendo a los demás que
hicieran lo mismo", apostilló.
El 12 de junio, los trece activistas entregaron una lista con los
nombres de los responsables de los actos de tortura contra ellos y
pidieron al tribunal que rindieran cuentas. Entre los presentes en la
lista hay nombres que han figurado en reiterados relatos recogidos por
ONG durante los últimos años.
Tampoco es la primera vez que el nombre de Nasser bin Hamad
aparece entre los responsables de torturas en el país, ya que en agosto
de 2011 el BCHR hizo públicos otros testimonios en los que el hijo del
monarca y otros miembros de la familia real --que copa la práctica
totalidad de los puestos gubernamentales del país-- fueron involucrados
en las torturas contra activistas y opositores.
Los detalles de las torturas referidos ante la Corte de
Apelaciones incluyen descargas eléctricas, lanzamiento de agua fría,
privación del sueño, palizas, tortura psicológica y encierro en
solitario durante largos periodos de tiempo. Los activistas sufren
problemas de salud crónicos a causa de las mismas.
Por su parte, el BCHR ha solicitado la "liberación inmediata" de
los activistas al considerar que están encarcelados por ejercitar su
derecho legítimo a la libertad de expresión y de asamblea. Asimismo, ha
pedido a la Corte de Apelaciones que inicie investigaciones en torno a
las acusaciones vertidas por los presos y haga que los responsables
rindan cuentas, al margen de su posición social, al tiempo que ha
advertido contra cualquier acto de venganza contra los activistas que
han denunciado al hijo del monarca.
El país, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha
reprimido violentamente durante el último año las protestas pro
democráticas en el territorio. Manama ha impuesto la ley marcial y ha
pedido la entrada de tropas saudíes y emiratíes para controlar las
protestas y aplastar las manifestaciones.
La oposición ha denunciado las medidas violentas utilizadas por
las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80
personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por gases
lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.
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