domingo, 8 de julio de 2012

Acusan al hijo del monarca de Bahréin de realizar actos de tortura

MANAMA.- Activistas bahreiníes han denunciado que el hijo del monarca del país, Hamad bin Isa al Jalifa, Nasser bin Hamad al Jalifa ha participado en los actos de tortura cometidos contra ellos cuando se encontraban en prisión tras ser detenidos por sus actividades de protesta contra el Ejecutivo.

   Entre el 22 de mayo y el 19 de junio de este año, la Corte de Apelaciones, presidida por Adnan al Shamsi, escuchó los testimonios de trece importantes activistas que fueron encarcelados por participar en las protestas pro democráticas en el país y acusados de "intentar derrocar el régimen".
   Durante dichas sesiones, los activistas detallaron los actos de tortura cometidos contra ellos para forzar confesiones y nombraron a los responsables de dichos actos, entre los que se encuentra Nassen bin Hamad, según ha informado el Centro para los Derechos Humanos de Bahréin (BCHR).
   El 5 de junio, el clérigo y activista bahreiní Abdulá al Mahrus, afirmó que el hijo del monarca le torturó y golpeó en el edificio de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). "Le vi con mis propios ojos cuando me golpeó en la cara con su mano y con una manguera al tiempo que me gritaba y me decía: '¿Quién eres y por qué quieres derribar el régimen? Te enterraremos y nunca volverán a saber de ti ni de tus seguidores'", dijo.
   "El director de la NSA, Jalifa bin Abdulá al Jalifa, y su banda me torturaron, les vi con mis propios ojos en el edificio varias veces durante las torturas", agregó Al Mahrus.
   Días después, Mohamed Habib al Meqdad --que tiene doble nacionalidad sueco-bahreiní-- facilitó ante el tribunal los nombres de seis personas responsables de actos de torturas contra él, entre los que también se encuentra Nasser bin Hamad. "El segundo día de mi detención, específicamente el 2 de abril de 2011, en la prisión del fuerte --en referencia a la sede del Ministerio de Interior--, controlada por la NSA, me vendaron los ojos y me esposaron durante el interrogatorio y vino (Nasser bin Hamad) y me preguntó si le conocía", relató.
   "Dije que no, porque tenía los ojos vendados, y me respondió que 'nada nos separaba salvo una pared durante la manifestación frente al palacio (real de) Safriya', tras lo que me repitió la pregunta, a la que volví a responder negativamente porque no esperaba que un miembro de la familia real fuera a estar entre los torturadores", añadió Al Meqdad.
   "'El príncipe Nasser te habla. La historia está apunto de empezar', me contó, antes de preguntarme qué coreaba durante la manifestación ante el palacio. 'Dijiste: abajo, abajo, ¿abajo con qué?', me preguntó, y cuando le dije que gritábamos 'Abajo con Al Jalifa' empezó a torturarme y patearme en el lado derecho de la cabeza", indicó Al Meqdad.
   "Me caí varias veces al suelo. Siguió pegándome y pidió al torturador que se uniera a él. Cuando me caía me hacían ponerme de pie y me seguían pegando hasta me caí y pude ver con mis propios ojos que era Nasser bin Hamad quien me estaba torturando y pidiendo a los demás que hicieran lo mismo", apostilló.
   El 12 de junio, los trece activistas entregaron una lista con los nombres de los responsables de los actos de tortura contra ellos y pidieron al tribunal que rindieran cuentas. Entre los presentes en la lista hay nombres que han figurado en reiterados relatos recogidos por ONG durante los últimos años.
   Tampoco es la primera vez que el nombre de Nasser bin Hamad aparece entre los responsables de torturas en el país, ya que en agosto de 2011 el BCHR hizo públicos otros testimonios en los que el hijo del monarca y otros miembros de la familia real --que copa la práctica totalidad de los puestos gubernamentales del país-- fueron involucrados en las torturas contra activistas y opositores.
   Los detalles de las torturas referidos ante la Corte de Apelaciones incluyen descargas eléctricas, lanzamiento de agua fría, privación del sueño, palizas, tortura psicológica y encierro en solitario durante largos periodos de tiempo. Los activistas sufren problemas de salud crónicos a causa de las mismas.
   Por su parte, el BCHR ha solicitado la "liberación inmediata" de los activistas al considerar que están encarcelados por ejercitar su derecho legítimo a la libertad de expresión y de asamblea. Asimismo, ha pedido a la Corte de Apelaciones que inicie investigaciones en torno a las acusaciones vertidas por los presos y haga que los responsables rindan cuentas, al margen de su posición social, al tiempo que ha advertido contra cualquier acto de venganza contra los activistas que han denunciado al hijo del monarca.
   El país, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente durante el último año las protestas pro democráticas en el territorio. Manama ha impuesto la ley marcial y ha pedido la entrada de tropas saudíes y emiratíes para controlar las protestas y aplastar las manifestaciones.
   La oposición ha denunciado las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.

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