ZURICH.- El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, tiene preguntas que responder
sobre un escándalo de sobornos que ha dañado aún más la imagen del
organismo que gobierna el fútbol mundial, según dijeron el viernes un
grupo de políticos europeos.
Un fiscal suizo dijo en un documento legal publicado esta semana
que el ex presidente de la FIFA Joao Havelange y el ex miembro del
comité ejecutivo Ricardo Teixeira recibieron sobornos multimillonarios
en acuerdos relacionados con los Mundiales de fútbol en los años 90.
Blatter, que lleva en la FIFA desde 1975 y sucedió a Havelange
como presidente en 1998, dijo el jueves que sabía que se habían
efectuado esos pagos. Se refirió a ellos como una "comisión" y dijo que
en ese momento no eran ilegales.
Después, un grupo de políticos del brazo parlamentario del
Consejo Europeo, formado por 47 naciones, condenó a la FIFA por intentar
silenciar el asunto.
"Si los gestores de la FIFA, incluyendo su actual presidente,
conocían estos sobornos, deberían haber hecho todo lo que estuviera en
su mano para perseguir, en lugar de proteger, a los responsables
implicados", dijo el político francés François Rochebloine.
Rochebloine instó a Blatter a aclarar su papel en el escándalo, que se produjo cuando era secretario general de la FIFA.
"¿Cuándo exactamente supo de estos pagos? ¿Por qué escondió la
FIFA las malas prácticas y no tomó medidas contra los culpables? Y sobre
todo, ¿qué pasos tomará ahora para impedir que esto ocurra de nuevo?",
añadió.
Cuando se le interpeló en una sesión de preguntas de la página
web de la FIFA si sabía de los sobornos, Blatter respondió: "¿Saber qué?
¿Que se pagaba esa comisión? Entonces, esos pagos hasta se podían
desgravar de los impuestos como gastos de empresa".
"Hoy, eso estaría castigado por la ley. No puedes juzgar el pasado sobre los estándares de hoy", dijo el jueves.
El brasileño Havelange, que celebró hace poco su 96 cumpleaños,
dirigió la FIFA entre 1974 y 1998. Según el fiscal suizo, en marzo de
1997 recibió un pago de 1,5 millones de francos suizos (unos 1,25
millones de euros) del ya cerrado organismo de marketing del deporte
ISL.
Teixeira, de 65 y que dirigió la Federación Brasileña de Fútbol
de 1989 hasta que dejó el cargo el año pasado, recibió 12,7 millones de
francos entre 1992 y 1997, según el fiscal.
El ISL vendía los derechos comerciales para retransmitir los
mundiales de fútbol en nombre de la FIFA. El organismo se colapsó en
2001, con deudas por valor de 300 millones de dólares.
Blatter, que ha sido presidente durante 14 años desde que sucedió
a Havelange, dijo que la FIFA ha reaccionado "fortaleciendo nuestros
mecanismos de control".
"El comité de ética, que fue creado en 2006 por iniciativa mía,
es un resultado directo del caso del ISL", dijo. "El proceso de reforma
está avanzando exactamente en esta dirección".
"Ya se han tomado algunos pasos importantes para fortalecer el
sistema judicial de la FIFA, con la introducción de un sistema de dos
cámaras: un organismo adjudicatorio y otro investigador. El comité
ejecutivo nombrará a los presidentes de esas dos cámaras la semana que
viene", añadió.
Havelange sigue siendo presidente honorario de la FIFA, mientras
que Teixeira dejó su puesto este año, poco después de dimitir del cargo
de presidente de la federación carioca.
"No tengo el poder de pedirle responsabilidades", dijo Blatter de
Havelange. "El Congreso le nombró presidente honorario. Sólo el
Congreso puede decidir su futuro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario