Rajoy negó que pediría el rescate bancario y ya está en
marcha, una vez que el Gobierno lo disfrazó -sin engañar a nadie- como
un éxito del propio presidente que “presionó” a la UE y como una simple
“línea de crédito” sin contrapartidas ni controles, como los que nos
acaban de imponer en el reciente y duro ajuste social y fiscal. Ahora
nuestro errático “caballero oscuro”, Rajoy, está en la segunda fase de
su naufragio intentado eludir, inútilmente, el rescate total del Estado.
El que, como se descuide, lo va a tener que pedir de rodillas a
Bruselas, antes que hagan cola en Madrid, para solicitar su salvación,
todas las Comunidades Autónomas (ya están en la fila Valencia y Murcia),
y antes que comience el cierre de bancos podridos, lo que está al caer y
veremos si no empiezan por el desguace de Bankia.
Esta eventualidad de cierre de bancos la ha admitido el propio y
demonizado Mario Draghi, el presidente del BCE, o del banco
“clandestino” -así lo llama el ministro García-Margallo- de la UE. El
mismo Draghi que le ha dicho de Rajoy, por enésima vez, que “el BCE no
está para resolver los problemas financieros de los Estados”. Pero el
presidente español se hace el sordo porque no quiere oír el mensaje de
Draghi, que es el mismo de Merkel, en el que se le comunica a España
que si necesita dinero para su deuda pública que lo vaya pidiendo a los
fondos de rescate de la UE, que para eso están. Y, naturalmente, a
cambio de la intervención de España por los famosos hombres de negro de
“la troika” (Comisión, FMI y
BCE) que ya están en Madrid para el rescate de la banca y se van a
quedar una larga temporada para el gran rescate del Estado español.
Estos hechos, y otros similares, nos colocan en la disyuntiva de:
considerar que estamos ante el Gobierno más errático de la Historia de
España (y nos quejábamos de Zapatero); o puede que también ante un
Ejecutivo con muchos títulos pero plagado de malos gestores de la vida
pública que para colmo pretenden tapar sus errores con una colección de
mentiras, con las que esperan ganar el tiempo perdido e intentar
salvarse ellos también. Lo que será imposible porque cada día que pasa
vamos a peor -y eso no hay manera que lo entiendan en el Gobierno- al
menos hasta que toquemos el fondo del mar y los certifiquen los señores
de negro porque de España y su Gobierno no se fía nadie y con razón.
Aunque el optimismo es gratis y mucho nos tememos que en la Moncloa
hay quienes consideran que los tontos de capirote son: en primer lugar
los españoles que se han tragado el discurso del miedo (aunque, de
perdidos al rio, empiezan a perder el temor); y luego los primeros
gobernantes de la UE y de sus instituciones (BCE, Comisión y Consejo) a
los que Rajoy les dice que España no necesita el rescate total, mientras
por otro lado el español pregona a los vientos de los mercados que este
país no tiene dinero para pagar los servicios ni los salarios públicos,
ni para salvar las Comunidades, ni la banca, ni nada de nada (ya verán
el recibimiento que nos harán este lunes los mercados). Y que, por ello y
por lo bien que estamos, el BCE nos tiene prestar un chorro de dinero
sin avales ni garantías (sic).
Y mientras declaman su increíble soliloquio en Moncloa (al que nadie
hace caso en la UE) Rajoy continua huyendo de la realidad y se resiste a
pedir el gran rescate que ahora parece inevitable. A no ser que los
genios de la Moncloa -donde destacan los asesores Arriola y Nadal-, en
un ataque de genial soberbia y orgullo patrio decidan que lo mejor para
España es “¡salir del euro”! y regresar a la peseta, al grito de
“¡Santiago y cierra España!” Y, en ese caso y como diría la diputada
Fabra, despidiéndose de la UE Monetaria con un “¡que se jodan!”. Y
conste que, por mas que parezca una “boutade”, no exageramos porque
sabemos que en la Moncloa de Rajoy esconden grandes sorpresas (y algún
idiota) como demuestra el caos imperante y los sobresaltos que sufre
este país.
Y ¿qué se puede hacer? Pues para empezar pedir el rescate total de
España (estaremos mas seguros en manos de “los hombres de negro”), y
para seguir provocar una crisis del Gobierno que afecte al propio
Presidente y a su núcleo duro de gestión porque se han equivocado casi
en todo: en el análisis de la realidad y lo que se nos venía encima y en
las decisiones adoptadas. Y también en lo esencial de la acción
política: la coordinación del Gobierno y de las Autonomías; la
estrategia parlamentaria, con desprecio a las Cámaras (a las que
ocultaron el MoU del rescate bancario) y en las que aplaudieron los
ajustes sociales del Gobierno, como puede que aplaudan a Rato cuando
vaya a declarar sobre Bankia; y en la comunicación con mentiras, o
medias verdades, por la vía BOE o con un Rajoy huyendo de la prensa por
el garaje del Senado. Han fallado en la coordinación política y
parlamentaria, y la comunicación. ¿Quien es responsable de ello, además
de Rajoy? “Cherchéz la femme.”
De manera que si, como parece, vamos al rescate total de España por
los fondos de la UE -”otra línea de crédito” que dirá Rajoy- , una vez
concluida alguien debería rescatar a los españoles de las manos de
Rajoy, librándonos cuando antes de su errática gestión. Y quizás
convendría, en esta tesitura, recordar lo que Aznar dijo de Zapatero en
los últimos meses de su mandato: “nadie ha hecho mas daño en menos
tiempo”. Lo que le obligaría ahora a decir al presidente de FAES y de
honor del PP:
“nadie se ha equivocado tanto como Rajoy en menos tiempo”. Ello
supondría una dura y merecida autocrítica de Aznar porque él fue quien
eligió a Rajoy como su sucesor al frente del PP, y el único que tiene
autoridad en dicho partido para rescatar a España de las erráticas manos
de Rajoy, subsanando Aznar el que fuera su error, su inmenso error.
(*) Periodista
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