PEKÍN.- Cerca de 1.000 personas se han manifestado
violentamente en las oficinas del Gobierno local en la ciudad china de
Qidong (oeste del país), en contra del vaciado de los desechos generados
por una planta de papel, en la última de una serie de protestas contra
la degradación medioambiental en las zonas urbanas del gigante asiático.
Varios de los manifestantes entraron incluso en el edificio
principal, donde destruyeron ordenadores, volcaron mesas, y arrojaron
documentos por la ventana ante los gritos de ánimo de sus compañeros en
la calle.
La protesta se desarrolló ante una gran presencia policial, con casi un agente por manifestante.
El resto de los manifestantes portaban pancartas y gritaban contra
el plan que pretende vaciar en el mar los residuos de la papelera, que
se encuentra cerca de la ciudad de Shangai.
"El Gobierno dice que no quiere contaminar el mar, pero si eso es
cierto, por qué no arrojan los residuos al río Yangtsé?", se preguntaba
Lu Shuai, uno de los manifestantes, antes de responderse: "Porque si lo
tiran al río, la gente de Shangai va a quejarse".
La protesta se llevó acabo pese al anuncio del gobierno de Qidong
el pasado viernes de que el proyecto sería suspendido para llevar a cabo
una evaluación adicional. "Demasiado tarde", indicó Xi Feng, otro
manifestante.
"Tendría que haber detenido este proyecto desde el
principio".
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