NUEVA YORK.- El secretario general de Naciones Unidas, Ban
Ki Moon, ha advertido este viernes de que los "actos de brutalidad" que
están ocurriendo en la ciudad siria de Alepo, escenario de combates
entre las fuerzas del Gobierno de Bashar al Assad y los rebeldes
opositores, "podrían constituir crímenes contra la Humanidad o crímenes
de guerra".
Durante un discurso ante la Asamblea General de la ONU, donde este
viernes los países con representación han debatido sobre el conflicto
sirio, Ban ha recordado las matanzas de Srebrenica y Ruanda para pedir
el fin de los "horrores" en Siria.
La ciudad de Alepo, en el norte, se ha convertido en escenario de
una "batalla atroz" entre las fuerzas del regímen de Al Assad y los
rebldes, según Ban, que ha alertado de que miles de personas están
huyendo de la violencia y necesitan ayuda de forma "desesperada".
"Los actos de brutalidad que están ocurriendo podrían constituir
crímenes contra la Humanidad o crímenes de guerra. Dichos actos deben
ser investigados y sus autores deben rendir cuentas", ha añadido el
máximo responsable de la ONU.
Para Ban, "no hay ganadores en Alepo ni en otras partes del país".
En este sentido, ha instado al Gobierno y a las fuerzas opositoras a
poner fin a lo que ha calificado de "catástrofe evitable".
A ambas partes les ha recriminado que sigan recurriendo a las
armas, "no a la diplomacia", pese a que los dos bandos aceptaron en su
momento el plan de paz de seis puntos propuesto por el enviado de la ONU
y la Liga Árabe, Kofi Annan, que ayer presentó su dimisión como
mediador.
Ban Ki Moon ha lamentado la decisión de Annan, si bien ha
coincidido con él en que las "profundas diferencias" de los países
miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, el principal órgano de toma
de decisiones de la organización, han hecho su trabajo "más difícil".
El Consejo, formado por 15 países de los cuales cinco tienen
asiento permanente, apenas ha adoptado medidas sobre el tema sirio por
las abiertas discrepancias que hay entre las principales potencias.
Rusia y China, tradicionales aliados del Gobierno de Al Assad, han
utilizado su derecho de veto para bloquear varias resoluciones.
"La presión internacional puede marcar una diferencia. El pueblo
sirio necesita acciones", ha agregado Ban, que ha exhortado a los países
del Consejo a encontrar "puntos en común" sobre los que seguir
avanzando en los esfuerzos diplomáticos.
El secretario general de la ONU ya trabaja con la Liga Árabe para
tratar de nombrar a un nuevo enviado que sustituya a Annan. Sin embargo,
ha utilizado su discurso para advertir de que una nueva designación no
significará el fin de la violencia.
"La mediación sólo puede tener éxito
si hay un compromiso para resolver el conflicto a través del diálogo",
ha apostillado.
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