FÁTIMA.- La tradicional peregrinación internacional al santuario de Fátima en
el mes de agosto ha concluido con críticas al "capitalismo sin gobierno"
y a la "indiferencia" reinante y con mensajes de apoyo a quienes más
padecen la crisis.
Unos 60.000 peregrinos de varios países asistieron a los actos en Fátima, a 140 kilómetros de Lisboa, y presididos por el arzobispo de Braga, Jorge Ortiga.
En la ceremonia de clausura, Ortiga censuró el "capitalismo sin
gobierno, la justicia negociada, la sanidad economizada y la educación
parcial" en algunos países.
La peregrinación de agosto tiene tradicionalmente una masiva
afluencia de inmigrantes portugueses, que aprovechan sus vacaciones para
acudir al santuario.
Entre otros mensajes, el arzobispo les conminó a que lleven su "bagaje de fe" ante el mundo "indiferente y agnóstico".
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