NUEVA YORK.- El Gobierno chino ha denunciado este viernes
que la información publicada por el diario 'The New York Times' sobre la
fortuna amasada por la familia y los amigos del primer ministro, Wen
Jiabao, "mancha" el nombre del país y tiene "motivos ocultos".
Según el diario estadounidense, los familiares y amigos de Wen poseen
participaciones en una amplia red de empresas por valor de 2.700
millones de dólares (2.087 millones de euros). El 'NYT' basa su
información en los informes corporativos y de los entes reguladores
emitidos entre 1992 y 2012.
La fortuna familiar se ha forjado
en paralelo al ascenso de Wen en los órganos de poder del gigante
asiático, sobre todo desde 1998, cuando fue nombrado viceprimer ministro
y 2003, cuando fue nombrado primer ministro, cargos por los que le
competen las decisiones sobre los movimientos de capital de las empresas
chinas y la inversión pública en determinados sectores.
Aunque
ninguna norma jurídica prohíbe a algunos altos cargos del Partido
Comunista de China (PCCh) y a sus familiares más cercanos llevar a cabo
grandes negocios, el 'NYT' apunta que "los negocios de la familia de Wen
están escondidos de tal manera --en una red empresarial-- que parece
que quieren evitar el escrutinio público".
Según el portavoz
del Ministerio de Exteriores chino, Hong Lei, esta información "mancha
el nombre de China y tiene motivos ocultos".
Preguntado en el briefing diario por la razón por la que la web del
'NYT' ha sido bloqueada, el portavoz se ha limitado a replicar que
"China gestiona internet de acuerdo con sus normas y leyes".
Según ha informado el propio rotativo neoyorquino, las autoridades china
han cerrado en primera instancia el acceso a su edición en chino y a
continuación bloquearon la versión en inglés. También se han bloqueado
las referencias a esta información en los 'blogs' y la búsqueda en las
web chinas de información sobre Wen y su familia no obtiene resultados.
Según el 'NYT', ninguno de los activos está a nombre de Wen, sujeto a
la estricta disciplina del PCCh, pero sí a nombre de su madre, su hijo,
su hermano, otros parientes --incluida la familia política-- y varios
amigos, que escapan al control de la formación política.
Fuentes consultadas por el diario estadounidense han revelado que aunque
el primer ministro ha expresado en varias ocasiones su disconformidad
con los negocios de su familia y sus amigos, nunca ha tomado ninguna
medida efectiva para evitarlo.
El único movimiento que cita el
'NYT' en este sentido es un cable del Departamento de Estado de Estados
Unidos, publicado por Wikileaks hace unos años, en el que se dice que
Wen estaba pensando en divorciarse de su mujer, Zhang Beili, por
explotar su relación de pareja para sus negocios.
Un ex miembro
del Gobierno chino, que ha trabajado junto a Wen durante dos décadas,
ha indicado que "en las élites del poder no hay ninguna familia que no
tenga los mismos problemas", considerando que este artículo es obra de
los "enemigos" del primer ministro, "que están intentando dañarle
intencionadamente".
Las revelaciones del 'NYT' podrían
perjudicar a Wen de cara al 18º Congreso del PCCh, en el que se elegirá a
la nueva cúpula de poder del gigante asiático, y en el que el primer
ministro espera ver colmadas sus aspiraciones de llegar a la cúspide del
régimen comunista como presidente.
Wen, de 70 años de edad,
ha presumido en numerosas ocasiones de ser hijo de una profesora de
escuela y de un cuidador de cerdos del norte de China. "Durante mi
infancia, mi familia era extremadamente pobre", aseveró en un discurso
pronunciado el año pasado.
Gran
parte de la riqueza de la familia del primer ministro está en manos de
su mujer, a la que popularmente se conoce como 'la reina de diamantes',
porque ha amasado toda su fortuna en el negocio de la comercialización
de joyas en China.
Zhang comenzó en el negocio en la década de
1990, cuando trabajada en el Ministerio de Geología. Desde allí sentó
las bases del comercio de gemas y creó dos de los más importantes entes
reguladores del sector: El Centro Nacional de Pruebas de Piedras
Preciosas, en Pekín, y el Centro de Intercambio de Diamantes, en
Shanghai.
Tras la privatización del sector, años después, Zhang
se hizo con el control de la mayoría de las empresas del sector. Es
entonces cuando, a pesar de que no aparece como accionista en ningún
registro oficial, creó un entramado de compañías y alianzas
internacionales con el que ayudó a multiplicar la fortuna familiar.
"Después de que Wen se convirtiera en primer ministro, su mujer se
deshizo de algunas de sus inversiones y se dirigió a otros sectores",
como el financiero, ha dicho un ejecutivo chino que ha hecho negocios
con la familia del 'premier'.
Otro de los
grandes beneficiarios de los negocios familiares es el único hijo del
matrimonio, Winston, de 40 años de edad, conocido como 'el principito',
que junto a su mujer ha hecho lucrativos negocios en la industria
tecnológica, electrónica y financiera.
Entre sus aventuras
empresariales destacan su colaboración con los gigantes estatales China
Mobile, que gestiona el sector telefónico, y Union Mobile Pay, que se
encarga de todas las transacciones monetarias 'online', así como sus
tratos financieros con varios estudios de Hollywood y la construcción de
un colegio de élite en Pekín.
Además, en 2005 creó junto a
sus antiguos compañeros de estudios el fondo de inversión New Horizon
Capital, que actualmente gestiona 2.500 millones de dólares (1.932
millones de euros). "Le ha permitido ganar mucho dinero", ha sostenido
la editora de Asia Private Equity Review, Kathleen Ng.
El hermano pequeño del primer ministro también se ha beneficiado
directamente de la gestión de Wen, ya que es el propietario de una
compañía que ha conseguido más de 30 millones de dólares (23 millones de
euros) en contratos y licencias estatales.
Otra de las
figuras clave de la trama empresarial es Duan Weihong, amiga íntima de
la mujer del primer ministro y directora de Taihong, una compañía que
gestiona las acciones de los familiares y amigos de Wen en Ping An,
valorada actualmente en 60 millones de dólares (46 millones de euros).
Interrogada por el 'NYT', Duan ha explicado que el hecho de que varios
de los accionistas de Ping An sean familiares y amigos del líder chino
es un "accidente", ya que fueron sus gestores los que decidieron
otorgarles los títulos cuando ella ordenó diluirlos entre su círculo más
cercano.
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