BERLÍN.- Ikea ha pedido disculpas por haber fabricado piezas para sus muebles en la antigua República Democrática Alemana
empleando a presos políticos, después de que una investigación
encargada por la multinacional haya apreciado indicios de que estos
presos participaron en la producción hace 25 a 30 años.
"Lamentamos profundamente que esto ocurriera", ha señalado la directora de Sostenibilidad de Ikea en Suecia, Jeanette Skjelmose, quien ha apuntado que la compañía no tenía entonces un sistema de control tan desarrollado como el actual para prevenirlo.
Después de que el año pasado los medios de comunicación informaran
acerca de que proveedores de Ikea en Alemania del Este usaron
probablemente prisioneros como mano de obra, la compañía encargó una
investigación interna y un informe independiente a Ernst & Young,
que ya se ha completado.
"La investigación encontró indicios de que prisioneros y
prisioneros políticos formaron parte de la producción de componentes de
muebles", señala la compañía en un comunicado.
Según indica, aunque el grupo adoptó medidas para asegurarse de que los reclusos no participaban en la producción, "ahora está claro que no fueron suficientemente efectivas".
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