MOSCÚ.- La canciller alemana, Angela Merkel, ha trasladado personalmente al presidente de Rusia, Vladimir Putin, su "preocupación" por "ciertas leyes" con las que las autoridades aparentemente quieren controlar las protestas de la oposición.
Merkel, de visita en Moscú, ha declarado en una comparecencia junto a Putin que ambos han hablado de "la situación de la sociedad civil en Rusia". Sobre esta cuestión, "le he expresado mi preocupación por ciertas leyes" promovidas por el partido oficialista, Rusia Unida, en el Parlamento.
"Creo que necesitamos hablar de forma abierta y sincera sobre
estas cuestiones. Este diálogo es una condición previa para el
entendimiento entre nosotros y para identificar los problemas", ha
apuntado la canciller de Alemania, que ha visitado Rusia en un momento de tensión entre ambos países.
Los diputados alemanes habían pedido a Merkel que presionase a
Putin por la campaña contra la disidencia que se ha iniciado desde su
vuelta al Kremlin, en mayo de este año.
Merkel ha reconocido que los dos países "no siempre coinciden", pero "lo importante es que se escuchan". No en vano, en juego está una relación comercial que mueve al año más de 80.000 millones de dólares.
Putin, por su parte, sentado junto a la canciller en el Kremlin, ha asegurado que Rusia escucha todas las críticas, pero ha dejado caer que quienes se oponen a la política del Kremlin no siempre saben de lo que están hablando. "Oyen lo que ocurre desde muy lejos",
ha apuntado el presidente, que ha pasado a la ofensiva rechazando la
falta de libertad de información y señalando que cinco estados alemanes
carecen de leyes que garanticen estos derechos.
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