sábado, 1 de diciembre de 2012

Ocho heridos y 65 detenidos durante actos vandálicos en la capital mexicana

MÉXICO.- Ocho personas resultaron heridas y 65 fueron detenidas durante los enfrentamientos registrados hoy entre policías y manifestantes en varios puntos de la capital mexicana, informaron hoy las autoridades de la ciudad.

El fiscal capitalino, Jesús Rodríguez, precisó en una rueda de prensa que de los ocho heridos cuatro son policías que tienen lesiones de gravedad, y los cuatro restantes son civiles que son atendidos por la Cruz Roja y se encuentran estables.
El jefe de Gobierno de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, señaló que los detenidos destruyeron propiedad privada y pública en varios puntos del centro de la ciudad, incluido el emblemático Palacio de Bellas Artes, y agredieron a los policías incluso con cócteles molotov.
"Nunca habíamos tenido una provocación de este tamaño" en la ciudad, apuntó Ebrard, quien rechazó con contundencia estos "actos de barbarie" que incluyeron destrucción y daños a inmuebles, vehículos y al menos cinco patrullas policiales, así como saqueos de comercios.
Dijo que los detenidos se identifican como anarquistas, pero que aún se desconoce quién está detrás de estas acciones y el objetivo de "crear desorden".
Ebrard, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que se llegará "hasta las últimas consecuencias" y que aún se trabaja para restablecer al cien por ciento el control en los puntos donde se han registrado los incidentes.
El político desvinculó estos actos de las manifestaciones pacíficas que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el PRD llevaron a cabo en el Ángel de la Independencia y el Monumento a la Revolución, respectivamente.
Los disturbios comenzaron muy temprano en las inmediaciones del Palacio de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados, donde se llevó a cabo la sesión solemne de investidura de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), como presidente de México.
Los manifestantes lanzaron petardos, botellas con gasolina encendidas y piedras, y se enfrentaron palo en mano con las fuerzas de seguridad desplegadas en los alrededores del recinto legislativo.
En un momento tiraron las vallas de unos tres metros de altura instaladas para proteger la sede del Congreso y se apoderaron de vehículos para tratar de derribar una barrera metálica y entrar en la sede.
Los policías impidieron el paso de los manifestantes, en su mayoría maestros y miembros del movimiento juvenil Yo Soy 132, y respondieron con gases lacrimógenos y chorros de agua lanzados desde tanques antidisturbios.
Una vez concluida la ceremonia de investidura, los manifestantes de desplazaron hacia el Zócalo (la plaza central de la ciudad) y en el camino hicieron destrozos en hoteles de la céntrica Avenida Juárez, rompieron vidrios de instalaciones bancarias y destruyeron paradas de autobuses.
También arremetieron contra restaurantes y vehículos privados estacionados en las calles, y realizaron pintas en edificios públicos.
Mariana Favela, miembro de Yo soy 132, dijo que hubo "una estrategia de provocación" así como una "utilización desmedida de la violencia" por parte de los cuerpos policiales.
"Quienes nos manifestamos de manera pacífica (...) sentimos el hostigamiento constante de los cuerpos policiacos, quienes nos fueron amedrentando y recluyendo en espacios", aseveró.
Yo soy 132 convocó a un cerco en las instalaciones del Congreso para protestar por la vuelta al poder del PRI de la mano de Peña Nieto, al que consideran un presidente "impuesto" por la cadena Televisa.
La izquierda mexicana convocó hoy diversos actos de protesta contra la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente, en una jornada que calificó de "día negro" para la democracia.
Una de las concentraciones más numerosas fue la del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Ángel de la Independencia de la capital mexicana, donde logró reunir a varios centenares de personas para escuchar a su líder, Andrés Manuel López Obrador.
"No reconocemos al Gobierno impuesto de Peña Nieto porque es ilegal e ilegítimo", dijo López Obrador, quien fue candidato a la Presidencia en las elecciones del pasado 1 de julio y segundo en los resultados detrás de Peña.
López Obrador insistió en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) compró la Presidencia de la República en un "fraude" que "tuvo como principal distintivo el tráfico con la pobreza del pueblo" con la "comprobada" entrega de dádivas a la gente pobre.
"Eso es lo que más indigna y también entristece", dijo el político ante sus seguidores, que lo recibieron a gritos de "Presidente", "No estás solo" y "Es un honor estar con Obrador".
El ahora líder de movimiento Morena aseguró que va a seguir en su lucha para "alcanzar el hermoso ideal del triunfo de la justicia sobre el poder", y por ello convocó a sus acólitos a seguir "despertando conciencias".
Por otro lado, representantes y simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), del que Obrador se desligó tras perder las elecciones, así como organizaciones civiles, se reunieron en el Monumento a la Revolución de la capital mexicana.
En el acto participó el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez, quien descalificó al nuevo gobernante por "comprar" la Presidencia.
Por ello, aseguró que su partido no va a firmar "de rodillas" el Pacto Nacional por México, una agenda sobre las reformas pendientes en el país que negocian las principales fuerzas políticas del país.
Sánchez advirtió que si el dirigente del partido, Jesús Zambrano, no espera a contar con el aval del Congreso Nacional del PRD y suscribe el pacto, será "una firma a título personal".
El político izquierdista condicionó la aprobación del acuerdo a que se aprueben reformas que beneficien a los mexicanos y adelantó que la militancia y el Consejo Político del partido rechazará cualquier iniciativa que intente privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) o aumentar el Impuesto de Valor Agregado (IVA).

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