MADRID.- La agencia de calificación crediticia Standard
& Poor's (S&P) calcula que si España no adopta medidas para
hacer frente al coste que supondrá el envejecimiento de la población, el
déficit y la deuda del país alcanzarían cotas insostenibles en 2050,
que colocarían el rating del país en la categoría de grado de
especulación o 'bono basura'.
En concreto, en ausencia de medidas, un escenario que la agencia
no prevé que se materialice, la deuda pública neta de España alcanzaría
el 247% del PIB en 2050, lo que supone cinco veces más en comparación
con el 51% de 2010, mientras que el déficit se dispararía ese año hasta
el 17% del PIB.
De cumplir estas previsiones, la agencia situaría la nota de
España en el grado de especulación, también conocido como 'bono basura',
en 2050, una calificación que tendrían la mayoría de los países
calificados por S&P en caso de que no adopten ninguna medida para
hacer frente al envejecimiento de la población.
"Para demostrar la magnitud de este desafío, bajo nuestro
escenario de 'Sin cambio en las políticas', en 2050 cerca del 60% de los
soberanos analizados en este informe tendrían unos parámetros que
Standard and Poor's vincula actualmente con los ratings en grado
especulativo, frente al 20% actual. Esto a pesar de que sus finanzas
hayan mejorado respecto al informe de 2010", explica.
De hecho, señala que los ajustes realizados en los sistemas de
pensiones en países como España han mejorado su proyección del gasto
respecto al anterior informe de 2010. "En general, nuestro análisis
indica mejoras en las proyecciones de hipotéticas tendencias en la
sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas. Esta es
particularmente cierto en países como Italia, España, Eslovenia,
Luxemburgo e Irlanda", explica.
Sin embargo, añade que en un escenario que contempla unas cuentas
equilibradas en 2016, la deuda pública neta descenderá hasta el 24% del
PIB en 2050, mientras que el déficit será del 1,9%. Con estos datos, el
rating de España podría recuperar el rating 'AAA', la máxima
calificación posible.
Para elaborar estas estimaciones, la agencia ha tenido en cuenta
que la economía española crecerá de media un 1,4% entre 2010 y 2050, año
en el que espera que el PIB crezca un 1,2%. Además, calcula que el
gasto público relacionado con el envejecimiento aumentará desde el 19,4%
del PIB en 2010 hasta el 24,6% en 2050.
El analista del equipo de ratings soberanos de S&P y autor del
informe, Marko Mrsnik, subraya que si los países superan sus
dificultades económicas y presupuestarias tras de la crisis y adaptan
con éxito sus sistemas de seguridad social a los desafíos demográficos,
"la presión en las finanzas públicas ejercida por el envejecimiento de
la población podría ser gradualmente contenida, una conclusión algo
sorprendente en este punto de la actual crisis de deuda soberana".
En concreto, apunta que una serie de países han revisado sus
sistemas de pensiones y de atención sanitaria, componentes del gasto
público particularmente afectados por presiones demográficas, y están
implementando medidas en sanidad y pensiones para hacer frente a los
desafíos que presentan tanto una población más envejecida como las
dificultades presupuestarias a corto plazo.
Sin embargo, reconoce que en algunos el impacto de estas medidas
se ve mitigado por su debilidad económica y su bajo nivel de empleo.
"Junto con los mayores costes de financiación, dichas tendencias están
obstaculizando los esfuerzos para estabilizar la deuda", advierte.
Aún así, considera que si continúan los procesos de reformas
estructurales y de consolidación presupuestaria, deberían mejorar las
perspectivas para mantener unas finanzas públicas sostenibles. Además,
sugiere que, aunque los costes relacionados con el envejecimiento de la
población son a menudo vistos como un problema al que se enfrentan
principalmente los países más desarrollados, las economías emergentes
"no son ni mucho menos inmunes".
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