CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha invitado a aprender "a
mirar hacia lo alto, hacia Dios, pero también hacia abajo, hacia los
demás, hacia los últimos", así como a vivir la fe con alegría, durante
la homilía de la Misa del Domingo de Ramos, día en el que se celebra la
Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) diocesana en la Plaza de San Pedro.
En este sentido, el Pontífice ha destacado que no se ha de tener
miedo del sacrificio y, recordando los sacrificios de una madre o un
padre, ha destacado que los hacen "por amor" y los afrontan "con
alegría, porque son por las personas que aman" ya que "la cruz de
Cristo, abrazada con amor, no conduce a la tristeza, sino a la alegría".
Además, ha reclamado a los fieles que no permitan que se les robe la esperanza que da Jesús.
El Papa Francisco ha pedido a la Virgen amparar "especialmente a quien
está viviendo situaciones difíciles", al término de la celebración
eucarística.
Además, refiriéndose al momento de la muerte, ha
destacado que ninguno puede llevarse el dinero consigo.
En esta línea, ha subrayado que con Cristo todos pueden vencer el
mal que hay en el mundo porque "Dios no busca medios potentes" sino que
"es con la cruz con la que ha vencido el mal". Por ello, ha invitado a
no "creer al Maligno" que dice que "no es posible hacer nada contra la
violencia, la corrupción, la injusticia, contra los pecados".
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