sábado, 29 de junio de 2013

Piden en España la apertura de comedores escolares para niños necesitados

MADRID.- La situación social en España es cada día más dramática, mientras que partidos políticos se reparten millones de las arcas del Estado, mientras se subvencionan organizaciones de dudosa valía o interés, millones de niños no comen como es debido en nuestro país.

Izquierda Unida, que recibió en el primer trimestre de 2013 una subvención del Ministerio del Interior de 591.201 euros (entre todos los partidos se repartieron 13 millones de euros, más de la mitad el PP), a través de su portavoz, Gregorio Gordo, en la Asamblea de Madrid, ha solicitado a la consejera de Educación, Lucía Figar, abrir con carácter inmediato, los comedores escolares en cuantos centros públicos sea necesario “con el fin de atender a los niños para los que este servicio es imprescindible, pues de otra manera no comerían”.
Nosotros entendemos hipócrita cualquier petición de este tipo por parte de cualquier partido político que disfrute del dinero público, aunque también aplaudamos que se abran esos comedores ya que son extremadamente necesarios para muchos niños, y familias completas. Pero es algo hipócrita y electoralista, si de verdad tuvieran inquietudes humanas hacia los niños que están pasándolo tan mal, cederían el dinero que reciben por parte del estado a esos niños, para sufragar los gastos de esos comedores, o a dar becas de comedor a niños cuyas familias no pueden alimentarlos como se debe, según 'Tribuna de Europa'.
De acuerdo con el indicador Arope, el 44,8 por ciento de los hogares unifamiliares españoles con hijos a cargo y el 28,7 con más de un adulto y menores está en riesgo de pobreza y exclusión social en nuestro país.
La situación de malnutrición de miles de niños es alarmante y es, o debe ser, prioridad nacional solventar esta dramática situación.
En estos momentos los comedores escolares de los centros públicos están cumpliendo una función social en muchos casos garantizando que algunos niños con necesidades tengan acceso a al menos una única comida al día suficiente y nutricionalmente adecuada para su edad. El periodo vacacional no puede ser un impedimento para seguir proporcionándole algo que está protegido en la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 25): la alimentación. Por encima de la política, y sus gestores, está, los derechos básicos de la infancia y el pueblo en su conjunto.

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